Casa digital del escritor Luis López Nieves


Recibe gratis un cuento clásico semanal por correo electrónico

Exemplo XXXIVº – El conde Lucanor – Versión original

[Cuento - Texto completo.]

Juan Manuel

De lo que contesçió a un ciego que adestrava a otro

Otra vez fablava el conde Lucanor con Patronio, su consegero, en esta guisa:

-Patronio, un mío pariente et amigo, de qui yo fío mucho et só çierto que me ama verdaderamente, me conseja que vaya a un logar de que me reçelo yo mucho. Et él dize que me non aya recelo, que ante tomaría él muerte que yo tome ningund daño. Et agora ruégovos que me consejedes en esto:

-Señor conde Lucanor -dixo Patronio-, para este consejo mucho querría que sopiésedes lo que contesçió a un çiego con otro.

El conde le preguntó cómo fuera aquello.

-Señor conde -dixo Patronio-, un omne morava en una villa, et perdió la vista de los ojos et fue çiego. Et estando así çiego et pobre, vino a él otro çiego que morava en aquella villa, et díxole que fuessen amos a otra villa çerca daquella et que pidrían por Dios et que avrían de qué se mantener et governar.

Et aquel çiego le dixo que él sabía aquel camino de aquella villa, que avía ý pozos et varrancos et muy fuertes passadas; et que se reçelava mucho daquella ida.

Et el otro çiego le dixo que non oviesse reçelo, ca él se iría con él et lo pornía en salvo. Et tanto le asseguró et tantas proes le mostró en la ida, que el çiego creyó al otro çiego; et fuéronse.

Et desque llegaron a los lugares fuertes et peligrosos, cayó el çiego que guiava al otro, et non dexó por esso de caer el çiego que reçelava el camino.

Et vós, señor conde, si reçelo avedes con razón et el fecho es peligroso, non vos metades en peligro por lo que vuestro pariente et amigo vos dize que ante morrá que vós tomedes daño; ca muy poco vos aprovecharía a vos que él muriesse et vós tomássedes daño et muriéssedes.

El conde tovo éste por buen consejo et fízolo assí et fallóse ende muy bien.

Et entendiendo don Johan que este enxiemplo era bueno, fízolo escrivir en este libro, et fizo estos viessos que dizen assí:

Nunca te metas ó puedas aver mal andança,
aunque tu amigo te faga segurança.

Et la istoria deste exiemplo es ésta que se sigue:



Más Cuentos de Juan Manuel