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Milagros de Nuestra Señora XIX:

El parto maravilloso

[Poema - Texto completo.]

Gonzalo de Berceo

431 De un otro miraclo vos queremos contar
que cuntió otro tiempo en un puerto de mar;
estonz lo entendredes e podredes jurar
la virtud de María que es cada logar.

432 Entendredes en ello cómo es la Gloriosa,
en mar e en terreno, por todo poderosa,
cómo vale aína, ca non es perezosa,
e nunqua trovó omne madre tan pïadosa.

433 Cerca una marisma, Tumba era clamada,
faziése una isla cavo la orellada;
fazié la mar por ella essida e tornada,
dos vezes en el día o tres a la vegada.

434 Bien dentro enna isla, de las ondas cerquiella,
de Sant Miguel era, avié una capiella;
cuntién grandes virtutes siempre en essa ciella,
mas era la entrada un pocco asperiella.

435 Quando querié el mar contra fuera essir,
isié a fiera priessa, non se savié sofrir;
omne maguer ligero no li podrié foír,
si ante non issiesse, ý avrié a perir,

436 El día de la festa del arcángel precioso,
era el mar más quedo, yazié más espacioso,
udié el pueblo missa non a son vagaroso,
fuyén luego a salvo a corso presuroso.

437 Un día por ventura, con la otra mesnada,
metióse una femna flaquiella e prennada,
non podió aguardarse tan bien a la tornada,
tóvose por repisa porque era entrada.

438 Las ondas vinién cerca, las gentes alongadas,
avié con el desarro las piernas embargadas;
las compannas non eran de valerli osadas,
en poquiello de término yazién muchas jornadas.

439 Quando ál non podién las gentes con ardura,
«¡Válasli Sancta María!» dizién a grand pressura;
la prennada mesquina, cargada de rencura,
fincó entre las ondas en fiera angostura.

440 Los que eran essidos, como non vedién nada,
cuidavan bien sin dubda que era enfogada;
dizién: «Esta mesquina fue desaventurada,
sos peccados toviéronli una mala celada.»

441 Ellos esto diziendo, encogióse la mar,
en pocco de ratiello tornó en su logar;
quísolis don Christo grand miraclo demostrar,
por ond de la su Madre oviessen qué fablar.

442 Ellos que se querién todos ir su carrera,
estendieron los ojos cataron a la glera,
vidieron que vinié una mugier sennera,
con so fijo en brazos en contra la ribera.

443 Fiziéronse las gentes todas maravilladas,
tenién que fantasía las avié engannadas,
pero a pocca d’ora fueron certifigadas,
rendién gracias a Christo todas manos alzadas.

444 Dissieron: «Dezit, duenna, por Dios e caridat,
por Dios vos conjuramos, dezitnos la verdat;
dezitnos de la cosa toda certenedat,
e cómo vos livrastes de vuestra prennedat.

445 Por Dios avino esto, en ello non dubdamos,
e por Sancta María a la que nos rogamos,
e por Sant Miguel en cuya voz andamos,
es esti tal miraclo bien que lo escrivamos.»

446 «Oíd -disso la duenna- la mi buena companna,
creo que non udiestes nunqua mejor hazanna,
será bien retraída por la tierra estranna,
en Grecia e en Africa e en toda Espanna.

447 Quando vi que de muert estorcer non podía,
que de las fieras ondas circundada sedía,
comendéme a Christo e a Sancta María,
ca pora mí consejo otro non entendía.

448 Yo en esto estando, vino Sancta María,
cubrióme con la manga de la su almexía;
non sentía nul periglo más que quando dormía,
si yoguiesse en vanno más leida non sería.

449 Sin cuita e sin pena, sin ninguna dolor,
parí esti fijuelo, ¡grado al Criador!
Ovi buena madrina, non podría mejor,
fizo misericordia sobre mí, peccador.

450 Fizo en mí grand gracia, non una ca doblada,
si por ella non fuesse, sería enfogada,
valióme en el parto, si non, sería dannada,
nunqua mugier non ovo madrina tan onrrada.

451 Assín fo mi façienda como yo vos predigo,
fizo Sancta María grand pïadat comigo,
onde todos devemos prender ende castigo,
pregarla que nos libre del mortal enemigo.»

452 Ovieron del miraclo todos grand alegría,
tendieron a Dios gracias e a Sancta María,
ficieron un buen cántico toda la confradía,
podriélo en la eglesia cantar la clerecía:

453 Christo, sennor e padre, del mundo redentor,
que por salvar el mundo sofrist muert e dolor,
tú seas beneíto ca eres buen sennor,
nunca te priso asco del omne peccador.

454 Tú librest a Jonás del vientre del pescado,
que lo tovo tres días en el vientre cerrado,
non priso lisïón ca fue de ti guardado,
el miráculo viejo oï es renovado.

455 Fijos de Isrraël quando la mar passaron,
que por tu mandamiento tras Moïsés guïaron,
yaciendo so las ondas nul danno non tomaron,
mas los persecutores todos se enfogaron.

456 Los antigos miraclos, preciosos e onrrados,
por ojo los veemos agora renovados;
Sennor, los tos amigos en el mar fallan vados,
a los otros en seco los troban enfogados.

457 Sennor, la tu potentia, grand e marabillosa,
éssa salvó a Peidro enna mar periglosa;
Sennor, que encarnesti enna Virgo gloriosa,
en ti sólo fiamos ca non en otra cosa.

458 Sennor, benedicta sea la tu virtut sagrada,
benedicta la tu Madre, reína coronada,
tú seas bendicto, ella sea laudada,
Sennor, ovist en ella benedicta posada.

459 Sennor, que sin fin eres e sin empezamiento,
en cuya mano yazen los mares e el viento,
denna tu bendición dar en esti conviento,
que laudarte podamos todos de un taliento.

460 Varones e mugieres, quantos aquí estamos,
todos en ti creemos, e a ti adoramos,
e ti e a tu Madre todos glorificamos,
cantemos en tu nomne el «Te Deüm laudamus».



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