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Milagros de Nuestra Señora XXIV: La iglesia despojada

[Poema - Texto completo.]

Gonzalo de Berceo

703 Aún otro miraclo vos querría contar,
que fizo la Gloriosa, non es de oblidar,
fuent perenal es Ella de qui mana la mar,
que en sazón ninguna non cessa de manar.

704 Bien creo que qui esti miráculo oyere
no li querrá toller la toca que cubriere,
ni li querrá por fuerça toller lo que toviere,
membrarli deve esto demientre que visquiere.

705 En el tiempo del Rey de la buena ventura,
don Fernando por nomne, sennor de Estremadura,
nieto del rey Alfonso, cuerpo de grand mesura,
cuntió esti miraclo de muy grand apostura.

706 Moviéronse ladrones de parte de León,
de essa bispalía, de essa regïón,
vinieron a Castiella por su grand confusión,
guïólos el dïablo que es un mal guïón.

707 El uno era lego en duro punto nado,
el otro era clérigo del bispo ordenado;
llegaron en Çohinos, guïólos el Peccado,
el que guïó a Judas fazer el mal mercado.

708 Defuera de la villa en una rellanada,
sedié una eglesia non mucho aredrada,
cerca de la eglesia una ciella poblada,
morava en la ciella una tocanegrada.

709 Barruntaron la cosa estos ambos ladrones,
moviéronse de noche con sennos açadones;
desquizaron las puertas, buscaron los rencones,
bien entendién que era la ciella sin varones.

710 Pobre era la freira que mantenié la ciella,
avié magra sustancia, assaz poca ropiella,
pero avié un panno, era cosa boniella,
pora mugier de orden cubierta apostiella.

711 Lo que fue en la ciella fue todo abarrido,
malamient maneado, en un saco metido;
assaz era el lego omne de mal sentido,
mas de peor el clérigo que más avié leído.

712 Quando lo de la ciella todo fue embasado,
todo valdrié bien poco de aver monedado,
asmaron los astrosos, ministros del Peccado,
que yazié el pro todo en la iglesia cerrado.

713 Fue con los azadones la cerraja rancada,
desquizadas las puertas, la eglesia robada,
de quanto que ý era non remaneció nada:
fazién grand sacrilegio por ganancia delgada.

714 Despojaron las sábanas que cubrién el altar,
libros e vestimentas con que solién cantar;
fue mal desvaratado el precioso lugar
do solién pecadores al Criador rogar.

715 Quando ovieron fecha esta tan grant locura,
alçaron contra suso amos la catadura;
de la Virgo gloriosa vidieron la su figura
con su ninno en brazos, la su dulz creatura.

716 Tenié en la cabeza corona muy onrrada,
de suso una impla, blanca e muy delgada,
a diestro e a siniestro la tenié bien colgada,
asmaron de tollérgela mas non ganaron nada.

717 Argudóse el clérigo e fízose más osado,
ca en cosas de eglesia él era más usado;
fue travar de la toca el malaventurado,
ca con esso avrién su pleito acabado.

718 Tóvose la Gloriosa que era afontada,
que tan villanamientre la avién despojada;
mostró que del servicio non era muy pagada,
nunqua veyeron omnes toca tan querellada.

719 Luego que de la toca travó el malfadado,
pegóseli tan firme en el punno cerrado
que con englut ninguno no serié tan travado,
nin con clavo que fuesse con martiello calcado.

720 Perdieron la memoria ca bien lo merecieron,
el lego e el clérigo tod el seso perdieron;
fueron pora la puerta, fallar no la podieron,
andavan en radío los que por mal nacieron.

721 De lo que avién priso non se podién quitar,
ya lo querrién de grado, si podiessen, dexar,
dexarlo ién de grado, no lo querrién levar,
mas do era la puerta no lo sabién asmar.

722 Andavan tanteando de rencón en rencón,
como fazié Sisinnio el celoso varón,
marido de Teôdora, mugier de grand canción,
la que por Clemens papa priso religïón,

723 Los locos malastrugos, de Dios desemparados,
andavan como beudos, todos descalavrados,
oras davan de rostros, oras de los costados,
de ir en romería estavan mal guisados.

724 La freyra con la pérdida que avié recibida
issió como que pudo ont yazié escondida;
metió voces e gritos, fue luego acorrida,
la gente más liviana adiesso fue venida.

725 Fueron luego venidos grand turma de peones,
entraron en la eglesia, trovaron los ladrones;
manentráronlos luego como vinién fellones,
darlis grandes feridas con muy grandes bastones.

726 Dávanlis grandes palos e grandes carrelladas,
coces muchas sobejo e muchas palancadas;
levavan por los cuerpos tantas de las granadas
que todas las menudas lis eran oblidadas.

727 Fiziéronlis dezir toda la pleytesía,
de quál tierra vinieron o por quál romería,
e cómo los avié presos Sancta María,
por qué li avién fecha ellos grand villanía.

728 Ante de los albores fueron bien recabdados,
quando el sol isió fallólos bien domados;
clamávanlis los omnes traïdores provados,
que contra la Gloriosa fueron tan denodados.

729 Luego las misas dichas plegóse el concejo,
todos avién sabor de ferlis mal trevejo;
sobre’l lego cativo prisieron mal consejo:
alçáronlo de tierra con un duro vencejo.

730 Un calonge devoto, omne de sancta vida,
que tenié so amor en Dios bien encendida,
quando vío la toca con la mano cosida,
dizié que tal justicia nunqua non fue oída.

731 Quiso el omne bono de la toca travar,
en vez de la Gloriosa el su velo besar,
mas al christiano bono quísolo Dios onrrar:
despegóse la toca adiesso del pulgar.

732 End a poccos de días, Dios lo quiso guiar,
acaeció que vino el bispo al logar;
aduxieron el clérigo por gelo presentar,
veer si’l mandarié o tener o soltar.

733 Adussieron el clérigo las manos bien legadas,
los ombros bien sovados de buenas palancadas,
dixiéronli las nuevas de las sus trasnochadas,
cómo facié las cosas que Dios avié vedadas.

734 Confessóse el misme con la su misme boca,
toda su pleitesía, su mantenencia loca;
como a la Gloriosa despojaron la toca,
nunqua fizieron cosa de ganancia tan poca.

735 Prísolo el obispo, levólo a León,
manos atrás atadas a leï de ladrón;
quantos que lo vedién e sabién la razón
dizién «¡Dios lo confonda atan loco varón!».

736 Non se trovo el bispo livrar la pleytesía,
demandó al concilio, toda la clerecía;
quando fueron plegados al asignado día,
presentólis el clérigo, díssolis su follía.

737 Demandólis consejo: ¿qué li debién fazer?
No li sopo ninguno a ello responder;
sabié bien el obispo derecho conocer,
quísolo por su boca al clérigo vencer.

738 Dísso’l el bispo: «Clérigo, ¿tú feziste tal mal
o qual todos te fazen otórgaste por tal?»
«Sennor -disso el clérigo- mi padre spirital,
contra la mi maleza nunqua fallé egual.

739 Quanto de mí te dizen, todo es grand verdat,
non te dizen el diezmo de la mi malveztat;
sennor, por Dios te sea e por la caridat,
non cates a mi mérito mas cata tu bondat».

740 «Amigos -diz el bispo- esto es aguisado,
non es nuestro el clérigo, nin de nuestro bispado;
por nos non es derecho que sea condenado:
júdguelo su obispo su mercet, su peccado.

741 Por del obispo de Avila se es él aclamado,
clámase por su clérigo e de su obispado;
judgar ageno clérigo por leï es vedado,
podría yo por ello después seer reptado.

742 Mas pongo tal sentencia que sea acotado,
que si trovado fuere en todo est bispado,
sea luego pendudo, en un árbol colgado;
el qui lo perdonare sea descomulgado.»

743 Nunqua más lo veyeron desque lo envïaron,
en todo el bispado nunqua lo testiguaron;
el miráculo nuevo fuertment lo recabdaron,
con los otros miraclos en libro lo echaron.

744 Tú, Madre Glorïosa, siempre seas laudada,
que saves a los malos dar mala sorrostrada;
sabes onrrar los buenos como bien ensennada,
Madre de gracia plena por ent eres clamada.

745 Los malos que vinieron afontar la tu ciella,
bien los tovisti presos dentro en tu capiella;
al bon omne que quiso vesar la tu toquiella,
bien suelta gela disti, como diz la cartiella.

746 Sennora benedicta, reína acabada,
por mano del tu fijo don Christo coronada,
líbranos del dïablo, de la su çancajada,
que tiene a las almas siempre mala celada.

747 Tú nos guía, Sennora, enna derecha vida,
tú nos gana en cabo fin buena e complida,
guárdanos de mal colpe e de mala caída,
que las almas en cabo ayan buena essida. (Amen.)



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