No llores por nosotros, Puerto Rico
Luis Rafael Sánchez
FRAGMENTOS
Pero, en rigor, ¿son aquellos del cuarenta nuestros días, todavía hoy día? Literaria, políticamente, sí. Escritores iconográficos como José Luis González y Enrique Laguerre se desafilian del estanco generacional cuando practican formas relatoras novísimas y autores de promociones recientes, como Luis López Nieves y Edgardo Rodríguez Juliá, se incautan de las parsimonias verbales de épocas anteriores, saquean aquella estilística y amaneran la voz como recurso. La novedad se alcanza en Seva y La oscura noche del Niño Avilés mediante la vocalización de una balada de otro tiempo como titula José Luis González uno de sus trabajos óptimos, mediante la reinvención de una narratología y una estética de sello arcaizante.
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La generación del Setenticinco se atrinchera, principalmente, en las revistas que privilegian el hacer prosístico como Zona de carga y descarga y Penélope del Nuevo Mundo y legitima, además de los apuntados, los nombres de unos narradores significativos como Magaly García Ramis, Luis López Nieves, Carmen Lugo Filipi, Olga Nolla, Carmelo Rodríguez Torres y Edgardo Sanabria Santaliz.
FIN
No llores por nosotros, Puerto Rico, Luis Rafael Sánchez, Ediciones del Norte, Hanover, NH, Estados Unidos, agosto de 1997, pp.245.