Regresan los bocetos perdidos de Darwin

Si esta historia al final le parece una novela de Luis López Nieves, no se sienta solo, la verdad es que sí lo parece. Es más, nos atrevemos a apostar que muy pronto habrá versiones literarias de este suceso, pero mientras tanto, vamos a disfrutar desde esta página uno de esos exquisitos momentos en que la realidad supera la ficción.

No hay modo sutil de contarlo. Es lo que hay: después de más de 20 años de extraña desaparición dos cuadernos de Darwin han reaparecido en la biblioteca de la Universidad de Cambridge esta semana, sin que se logre identificar al sujeto que los devolvió.

Sí. Ya vamos por partes.

Los cuadernos perdidos

Primero, los cuadernos perdidos hace más de dos décadas son sumamente importantes por contener un boceto del famoso «árbol de la vida» con que Darwin comenzó a bosquejar su famosa y polémica teoría de las especies. Además, guardan valiosos apuntes que revelan la progresiva construcción de sus ideas, después de su viaje a las islas Galápagos, a fines de la década de 1830.

Según Jim Secord, profesor emérito de Historia y Filosofía de la Ciencia de la propia Universidad de Cambridge, «la teoría de la selección natural y la evolución es probablemente la teoría más importante en las ciencias de la vida y el medioambiente en la Tierra, y estos son los cuadernos en los que se compuso esa teoría. Estos son algunos de los documentos más notables de toda la historia de la ciencia».

Es por eso que cuando en 2000 los cuadernos no fueron localizados en el sitio habitual donde eran resguardados se inició una intensa búsqueda que implicó todos los numerosos archivos de la sede universitaria.

Los cuadernos se retiraron inicialmente de su ubicación habitual en las instalaciones blindadas que albergan las colecciones especiales en septiembre de 2000 para ser fotografiados, se dijo en un comunicado.

Los volúmenes fueron retirados de su sitio para una sesión fotográfica que se completó en noviembre de ese año y presuntamente deberían haber vuelto a su lugar, pero una revisión rutinaria en enero de 2001 detectó que no estaban allí.

Se supuso entonces que debido a la compleja dinámica de la enorme biblioteca era posible que se hubieran guardado en un sitio equivocado, pero tras años de búsqueda no lograron dar con ellos, así que las autoridades del archivo decidieron notificar a la policía de Cambridge y a la Interpol, en noviembre de 2001.

Además de la participación policial, un llamado mundial se publicó el 24 de noviembre de ese mismo año, en coincidencia con la publicación original de El origen de las especies, en 1859.

Las autoridades británicas se mostraron «descorazonadas» ante la pérdida de uno de los documentos más importantes del acervo, por el peso histórico que las investigaciones de Darwin, explicaba el texto.

Ahora, 20 años después, las misteriosas circunstancias en que las dos libretas han aparecido recuerdan a una película de misterio. En una caja de regalos y con una nota anónima que felicita a la bibliotecaria por las Pascuas, los dos cuadernos, del tamaño de un libro de bolsillo aparecen embalados en nailon transparentes y sin deterioros evidentes.

La sala en la que fueron dejados, además, no tenía vigilancia con cámaras, así que la identidad del sujeto que los dejó allí es un verdadero enigma.

El regreso

En un comunicado, las autoridades de Cambridge expresaron su agradecimiento sincero a la persona responsable de la devolución y anunciaron que muy pronto los cuadernos estarán en una exibición para el público:

«Reconociendo la gran popularidad de este material, y como agradecimiento por este esfuerzo global para encontrar los cuadernos perdidos, las Bibliotecas de la Universidad de Cambridge exhibirán los cuadernos a partir de julio, como parte de la próxima exposición gratuita Darwin in Conversation, que se inaugura el 9 de julio».

Investigación en curso

Pero más allá de la celebración por el retorno, la policía pretende continuar la investigación sobre el responsable de la pérdida. Después de constatar que, en efecto, los textos devueltos son auténticos, se procederá con un análisis de las cámaras de seguridad de otras áreas de la biblioteca durante el día de la pérdida y el de la devolución.

«Nuestra investigación sigue abierta y estamos siguiendo algunas líneas de búsqueda. También renovamos nuestro llamamiento para que cualquier persona que tenga información sobre el caso se comunique con nosotros», explicó la Biblioteca.

Es de esperar que este enigma quede resuelto para placer de los curiosos y los noveleros. Pero por ahora, el alivio general de que estos cuadernos históricos para la ciencia ya están de regreso es suficiente consuelo.