Vivo Voltaire en la USC
Por Pablo Arroyo León / Especial El Nuevo Día
Seymour Menton -el crítico por antonomasia del “boom” literario- presentó este jueves la novela más reciente de Luis López Nieves.
Sin duda, la lectura pretende impulsar un intenso ejercicio de imaginación y creatividad. Pero, hay momentos en que este proceso se da con tanta naturalidad, que hasta se hace posible que la ficción tome vida propia y salte de las páginas.
Así, como si se tratara de un reflejo del intercambio de correos electrónicos que dan vida a su obra más reciente, la presentación de la novela El corazón de Voltaire de Luis López Nieves, se transformó en un ir y venir de preguntas y respuestas que -en vez de una computadora- tuvo como intermediario al reconocido crítico estadounidense Seymour Menton.
La actividad -celebrada en el Centro de Adiestramiento Profesional de la Universidad de Sagrado Corazón (USC)- marcó la presentación de la obra, que recorre desde hace nueve meses los escritorios y mesas de noche de lectores en y fuera de Puerto Rico. Por esta razón, Menton declaró sentirse “cohibido” ante un público que ya había devorado las 228 páginas del texto que, explicó, “mezcla la novela detectivesca con la novela histórica”.
Tras aclarar que no utilizaría las veinte páginas que había escrito, pues prefería un intercambio más espontáneo, el autoproclamado “tercer gringo viejo” dio paso al conversatorio. De inmediato inició el bombardeo de interrogantes por parte de las cerca de doscientas personas, vaivén que se dio con la misma rapidez con que se intercambian mensajes a través de la red cibernética.
Fue precisamente el hecho de que la novela utilice el correo electrónico como medio, el primero en cuestionarse. “Es la primera novela que conozco que se ha escrito a base exclusiva de los mensajes electrónicos. Y, claro, está dentro de la tradición de la novela epistolar, que comenzó en el siglo XVIII. Lo genial de ese uso es que el estilo de cada uno de esos mensajes es sumamente realista, en el sentido de que capta la manera en que todos escribimos. En el libro, los mensajes están completos con el destinatario, el remitente, el tema y hasta los anejos. Eso se mantiene desde la primera página hasta la última. Así es que, cuando empecé a leerla y me di cuenta de cuál era el estilo, me pregunté: ‘a ver si él puede mantener ese estilo a través de toda la novela’. Y lo hace muy bien. Sólo a través de esos mensajes, sin ninguna intervención de un narrador, se va desarrollando un argumento interesante”, apuntó el crítico.
El debate culminó cuando una alumna de la maestría en Creación Literaria que dirige López Nieves en la USC, expresó que luego de leer la novela, no sabe cómo podrá superar a su maestro. La respuesta, se la daría el propio escritor minutos más tarde.
López Nieves puso punto final a la reunión respondiendo a la preocupación de su alumna. ¿Cómo superar al maestro? Para contestarle, hizo alusión al pensamiento –hartas veces repetido en el mundo literario– de que para hacerse un espacio en este ámbito, hay que “matar a papá”. O lo que es igual: romper con las influencias de otros autores para poder hablar con voz propia.
Según rememoró, mientras estudiaba en Estados Unidos tuvo la oportunidad de conocer al escritor Julio Cortázar, quien hasta entonces había sido su mayor influencia. Sin vacilar, se le acercó y le entregó un cuento suyo junto con una nota que leía: ‘Estimado señor Cortázar, usted no me conoce, pero soy su discípulo y le entrego un cuento en que hay influencias suyas, pero lamento indicarle que lo tengo que matar. Porque, yo quiero ser escritor y la única forma de lograrlo es matándolo a usted. Yo sé que usted me entiende, así que, perdóneme’. Al día siguiente, tras una conferencia del autor argentino, el propio Cortázar se le acercó y le comentó sobre su cuento. Entonces, relata sonriente López Nieves, le dijo: “En cuanto a lo de matarme; máteme, pero simbólicamente, por favor”.
Y la noche del jueves, López Nieves se hizo eco de las palabras del que considera su “padre literario” y exhortó a sus estudiantes a matarle, “pero simbólicamente, por favor”.
Versión original
“Vivo Voltaire en la USC”, Pablo Arroyo León, El Nuevo Día, San Juan de Puerto Rico, 30 septiembre 2006, p.90 y endi.com.