La ventana
Francisco Luis Bernárdez
Para mi honda pobreza de distancias
esta ventana es una mano abierta.
En la mano, rugosa de caminos,
su pañuelo de cielo me consuela.
Mi sedentaria sordidez alivia
con un puñado tácito de leguas.
Para mi honda pobreza de distancias
esta ventana es una mano abierta.
En la mano, rugosa de caminos,
su pañuelo de cielo me consuela.
Mi sedentaria sordidez alivia
con un puñado tácito de leguas.