La dulzura de la brisa
Cuando gime en la enramada
Misteriosa y perfumada,
La indefinible sonrisa,
De virgen enamorada;
Te trasmitieron su encanto
Para expresar la ternura,
Y para el furor y el llanto
Robaste al viento su espanto
Y a los mares su bravura.
La hermosura te formó
Con sus más preciados dones
El genio su luz te dio,
La gloria, entre los llamados,
Ha tiempo que te escogió.
Italia, cuna del arte,
Meció tu cuna en su suelo,
No puedes por Dios quejarte,
Si fortuna al expatriarte
Te trajo bajo mi cielo.
Que aquí, donde el sol se ostenta
Con igual belleza y calma,
El arte también alienta;
Ven, nuestros artistas cuenta,
Pues tienes de artista el alma.
Esta nación por su brillo
Hermana es de tu nación,
Que muestra en rico blasón
A Velázquez y Murillo,
A Lope y a Calderón.
Ven a pisar una escena
Fecunda en ricos despojos,
De gloriosos timbres llena:
Alza aquí mismo los ojos,
Tiende tu vista serena,
Y verás que siempre unidos
Cual los unió su fortuna,
Te saludan conmovidos
Entro otros cien ya perdidos,
Maiquez y la Rita Luna.
Ven donde casi respiran
Luna, Latorre, Guzmán…
Vivos sus triunfos están,
y a los suyos que aún se admiran,
Los tuyos se enlazarán.
Y para que mayor sea
La grandeza que atesora,
Aún como rica presea
Nos guarda el arte a Teodora,
Aún nos conserva a Romea!
Une a los suyos tu acento
Y lauros, flores sin fin
Tendréis, que según yo siento,
Para premiar el talento
A España hizo Dios jardín.
Ven aquí donde ha vivido
Siempre el arte, donde tiene
El genio altar merecido…
Aquel que artista ha nacido,
A España, a su patria viene!
Deja en tanto al corazón
Que, trémulo de emoción,
Una flor te ofrezca aquí:
En él creció, y para ti
Cortola mi admiración!
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