Cuba, Cuba, a tu ribera llego triste y desolada, al dejar la patria amada donde vi la luz primera! Sacude el ala ligera la radiante inspiracion, responde mi corazón en nobles afectos ricos, la hija de Puerto Rico lanza al viento su canción!
Mas las nieblas del olvido no han de empafiar los ref1ejos del hogar que miro lejos tras de los mares perdido!… Otro aquí vengo a formar y ya no podré olvidar que el alma llena de anhelo, encuentra bajo este cielo aire y luz para cantar!
¿Cómo no darme calor la hermosa tierra de Tula, donde al horizonte azula y da a los campos color? ¿Cómo no encontrar amor, para colmar el poeta las ansias de su alma inquieta, aquí, donde esplende el arte y en abundancia reparte las tintas de su paleta?
¡Nieble pléyade cubana que entre sombras centellea! j Dulce musa de Zenea, flor que se agotó temprana! Tras de la estela lejana mi inspiracion adivina, la figura de Cortina que con acento vibrante dice a tu patria ¡adelante! no te detengas: ¡camina!…
Yo no me siento extranjera: bajo este cielo cubano cada ser es un hermano que en mi corazon impera. Si el cariño por do quiera voy encontrando a mi paso, ¿Puedo imaginar acaso que el sol no me dé en ofrenda, un rayo de luz que encienda los celajes de mi ocaso?
Vuestros dioses tutelares han de ser también los míos! Vuestras palmas, vuestros ríos repetirán mis cantares… Culto rindo a estos hogares donde ni estorba ni aterra el duro brazo que cierra del hombre los horizontes… Yo cantaré en estos montes como cantaba en mi tierra!
Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas, reciben flores o balas sobre el mismo corazón…
¡Que mucho si en la ilusión que mil tintes arrebola, sueña la musa de Lola con ferviente fantasía, de esta tierra y de la mía hacer una patria sola!
Le basta al ave una rama para formar blando lecho; bajo su rústico techo es dichosa porque ama! Todo el que en amor se inflama calma en breve su hondo anhelo; y yo plegando mi vuelo, como el ave en la enramada, canto feliz, Cuba amada, tu mar, tu campo y tu cielo!
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