Aunque es clara del Cielo la luz pura
clara la Luna, y claras las Estrellas,
y clara las efímeras centellas,
que el aire eleva, y el incendio apura.
Aunque es el rayo claro, cuya dura
producción, cuesta al viento mi querellas,
y el relámpago, que hizo de su huellas
medrosa luz en la tiniebla oscura.
Todo el conocimiento torpe humano,
se estuvo oscuro, sin que los mortales,
plumas pudiesen ser, con vuelo ufano.
Ícaros de discursos racionales,
hasta que al tuyo, Eusebio soberano,
les dio a las luces, luces celestiales.
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