Así tan intensamente contemplé la belleza, que plena está mi vista de ella. Líneas del cuerpo. Labios rojos. Miembros voluptuosos. Cabellos como tomados de estatuas griegas: siempre hermosos, aun cuando están despeinados, y caen, un poco, sobre las frentes blancas. Rostros del amor, tal como los anhelaba mi poesía … en las noches de mi juventud, en mis noches, furtivamente, hallados…