Bárbaro el Fénix a su fin aplica incendios, por nacer de su occidente; que fiar de un ocaso un nuevo oriente, noble acción, pero bárbara, se explica.
Mas Fabia, sol de España, se dedica hoy a tu llanto senador prudente, y fénix más perpetua y más luciente en tu dolor sus plumas sacrifica.
¡Oh bárbara otra vez, bien que ingeniosa, ave oriental, que de tu fin y ofensa fías la eternidad que solemnizas!
¡Oh Fabia, fénix tú, sabia y hermosa, que a tu origen paterno, en llama densa, fías la eternidad de tus cenizas!
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