Hay que volar en este tiempo, a dónde? Sin alas, sin avión, volar sin duda: ya los pasos pasaron sin remedio, no elevaron los pies del pasajero. Hay que volar a cada instante como las águilas, las moscas y los días, hay que vencer los ojos de Saturno y establecer allí nuevas campanas. Ya no bastan zapatos ni caminos, ya no sirve la tierra a los errantes, ya cruzaron la noche las raíces, y tú aparecerás en otra estrella determinadamente transitoria convertida por fin en amapola.