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Compara la disimulación de sus lágrimas

[Poema - Texto completo.]

Francisco de Quevedo

O ya descansas, Guadiana, ociosas
tus corrientes en lagos que ennobleces,
o líquidas dilatas a tus peces
campañas en las lluvias procelosas;

o en las grutas sedientas tenebrosas
los raudales undosos despareces,
y de nacer a España muchas veces
te alegras en las tumbas cavernosas;

émulos mis dos ojos a tus fuentes
ya corren, ya se esconden, ya se paran,
y nacen sin morir al llanto ardientes.

Ni mi prisión ni lágrimas se aclaran:
todo soy semejante a tus corrientes,
que de su propio túmulo se amparan.



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