Recuerdo a Berta Singerman
diciendo aquellos versos:
¡Botas! ¡Botas! ¡Botas!
Están pasando ahora
¡Botas! ¡Botas! ¡Botas!
Como una marcha fúnebre
¡Botas! ¡Botas! ¡Botas!
ahucando la voz imito a Berta
y recito en voz alta
que lo oigan:
¡Botas! ¡Botas! ¡Botas!
El oficial grita
los guardias se apresuran
y yo sonrío
porque sé perfectamente
que éstas
acabarán como las otras.