Cuando corremos y caemos riéndonos
Abrazados confundidos con la alegría de la tierra
La doble carcajada o centella de dos puntas
Estremece los montes y retumba
De valle en valle y tiembla ese verdor de árboles
Y sube al cielo de ojos rientes celestísimos
Y rueda por el mar de olas que también se abrazan
Y ríen con su risa de gozosa espuma
La blanca carcajada que rodea el mundo