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Cuaresma de contrición

[Minicuento - Texto completo.]

Anónimo: Occidente

Cierto caballero, llamado Heinrich, de Bonn, participó de unos ejercicios de cuaresma en el convento del abad Gevard. Regresado a su tierra, se encontró un día con el abad y le dijo que le vendiera, al precio que fuera, la piedra que estaba entre tal y cual columna del oratorio del convento.

—¿Para qué la necesitas? —preguntó el abad.

—Quiero colocarla en mi cama, pues tiene la propiedad de que un insomne no necesita más que poner su cabeza en ella para dormirse de inmediato.

Eso se lo había infligido el Diablo durante aquella penitencia cuaresmal; toda vez que al ir a la iglesia para rezar y se sentaba en aquella piedra, lo asaltaba el sueño.

FIN


Recopilado por Caesarius (siglo XIII)


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