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De la cuna en que la Vida su primer fulgor prolífico…

[Poema - Texto completo.]

José de Diego

Et Spiritus Dei super aquas ferebatur

De la cuna en que la Vida su primer fulgor prolífico
irradió sobre las olas resonantes en un cántico,
ya las madres aguas vienen por la cumbre del Pacifico,
ya las madres aguas vienen por la cumbre del Atlántico.

Son las mismas que asistieron a la génesis del Mundo,
las que al Ser santificaron con la grada del bautismo,
sosteniendo, como a un cisne, al Espíritu fecundo
que flotaba luminoso en las sombras del abismo…

Ellas saben del Planeta los recónditos misterios,
ellas saben los dolores y los crímenes que encierra
¡y mantienen su amargura, por los anchos hemisferios,
con el llanto y con la sangre de las razas de la tierra!

Otra vez quizás venían a impulsar el nacimiento
de las Islas de Occidente, en las prístinas edades,
y aún conservan sus murmullos los fragores del portento,
ya como ecos apagados de remotas tempestades.

Quizás fue que ellas lucharon por unirse sobre el Itsmo,
en el caos tenebroso de las noches milenarias…
¡y ora gimen los desastres del horrendo cataclismo
en las patrias sin ventura de las Islas solitarias!

¡Ora vienen sollozantes a las Islas desprendidas
de los senos de la tierra, cual fragmentos de astros rotos!
¡Ora vienen sollozantes a las patrias oprimidas
por las viejas tiranías y los viejos terremotos!

Cruzarán entre dos mundos al fundirse dos corrientes,
dos corrientes milagrosas, al pasar en sus raudales
los reflejos de los astros, los piróscafos rugientes,
las humanas ambiciones, los divinos ideales.

En los tiempos y en las ondas el Espíritu germina;
de los tiempos creadores y las ondas fecundadas
surgirán, bajo los rayos de la bóveda azulina,
nuevas patrias venturosas en las Islas libertadas.

¡Venid, pronto, madres aguas, que el primer fulgor prolífico
de los cielos acogisteis, resonantes en un cántico!
¡Madres aguas redentoras de las Islas del Pacífico!
¡Madres aguas redentoras de las Islas del Atlántico!


Cantos de rebeldía, 1916


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