PERSONAJES
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DON GARCÍA, labrador. |
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DOÑA BLANCA, labradora. |
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TERESA, labradora. |
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BELARDO, viejo. |
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DON MENDO. |
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BRAS. |
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EL REY. |
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LA REINA. |
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EL CONDE DE ORGAZ, viejo. |
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TELLO, criado. |
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Dos caballeros. |
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Músicos. |
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Labradores. |
Jornada I
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Sale el REY con banda roja atravesada, leyendo un memorial, y DON MENDO.
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REY |
Don Mendo, vuestra demanda |
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he visto. |
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DON MENDO |
Decid querella;
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que me hagáis, suplico en ella, |
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caballero de la Banda. |
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Dos meses ha que otra vez |
5 |
esta merced he pedido; |
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diez años os he servido |
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en Palacio y otros diez |
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en la guerra, que mandáis |
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que esto preceda primero |
10 |
a quien fuere caballero |
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de la insignia que ilustráis. |
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Hallo, señor, por mi cuenta, |
|
que la puedo conseguir, |
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que, si no, fuera pedir |
15 |
una merced para afrenta. |
|
Respondióme lo vería; |
|
merezco vuestro favor, |
|
y está en opinión, señor, |
|
sin ella la sangre mía. |
20 |
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REY |
Don Mendo, al Conde llamad. |
|
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DON MENDO |
Y a mi ruego, ¿qué responde? |
|
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REY |
Está bien; llamad al Conde. |
|
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(Sale el CONDE con un papel.)
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DON MENDO |
Pedí con satisfacción |
25 |
la Banda, y no la pidiera |
|
si primero no me hiciera |
|
yo propio mi información. |
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CONDE |
En Algecira
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temiendo están vuestra espada; |
30 |
contra vos el de Granada |
|
todo el África conspira. |
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CONDE |
Reducido
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en este veréis, señor, |
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el donativo mayor |
35 |
con que el reino os ha servido. |
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|
REY |
La información, ¿cómo está |
|
que os mandé hacer en secreto, |
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Conde, para cierto efeto |
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de don Mendo? ¿Hízose ya? |
40 |
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REY |
¿Cómo ha salido?
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La verdad, ¿qué resultó? |
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CONDE |
Que es tan bueno como yo. |
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REY |
La gente con que ha servido |
|
mi reino, ¿será bastante |
45 |
para aquesta empresa? |
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CONDE |
Freno
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seréis, Alfonso el Onceno, |
|
con él del moro arrogante. |
|
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REY |
Quiero ver, conde de Orgaz, |
|
a quién deba hacer merced |
50 |
por sus servicios. Leed. |
|
|
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CONDE |
El reino os corone en paz |
|
adonde el Genil felice |
|
arenas de oro reparte. |
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REY |
Guárdeos Dios, cristiano Marte. |
55 |
Leed, don Mendo. |
|
|
DON MENDO |
Así dice:
|
|
«Lo que ofrecen los vasallos |
|
para la empresa a que aspira |
|
Vuestra Alteza, de Algecira: |
|
En gente, plata y caballos, |
60 |
don Gil de Albornoz dará |
|
diez mil hombres sustentados; |
|
el de Orgaz dos mil soldados; |
|
el de Astorga llevará |
|
cuatro mil, y las ciudades |
65 |
pagarán diez y seis mil; |
|
con su gente hasta el Genil |
|
irán las tres Hermandades |
|
de Castilla; el de Aguilar |
|
con mil caballos ligeros, |
70 |
mil ducados en dineros; |
|
García del Castañar |
|
dará para la jornada |
|
cien quintales de cecina, |
|
dos mil fanegas de harina |
75 |
y cuatro mil de cebada; |
|
catorce cubas de vino, |
|
tres hatos de sus ganados, |
|
cien infantes alistados, |
|
cien quintales de tocino; |
80 |
«y doy esta poquedad |
|
porque el año ha sido corto, |
|
más ofrézcole, si importo |
|
también a Su Majestad, |
|
un rústico corazón |
85 |
de un hombre de buena ley, |
|
que aunque no conoce al Rey, |
|
conoce su obligación.» |
|
|
|
REY |
¡Grande lealtad y riqueza! |
|
|
|
DON MENDO |
Castañar, humilde nombre. |
90 |
|
|
REY |
¿Dónde reside este hombre? |
|
|
|
CONDE |
Oiga quién es Vuestra Alteza: |
|
Cinco leguas de Toledo, |
|
Corte vuestra y patria mía, |
|
hay una dehesa adonde |
95 |
este labrador habita, |
|
que llaman el Castañar |
|
que con los montes confina, |
|
que desta imperial de España |
|
son posesiones antiguas. |
100 |
En ella un convento yace |
|
al pie de una sierra fría, |
|
del caballero de Asís, |
|
de Cristo efigie divina, |
|
porque es tanta de Francisco |
105 |
la humildad que le entroniza, |
|
que aun a los pies de una sierra |
|
sus edificios fabrica. |
|
Un valle el término incluye |
|
de castaños, y apellidan |
110 |
del Castañar, por el valle, |
|
al convento y a García, |
|
adonde, como Abraham, |
|
la caridad ejercita, |
|
porque en las cosechas andan |
115 |
el cielo y él a porfía. |
|
Junto del convento tiene |
|
una casa compartida |
|
en tres partes: una es |
|
de su rústica familia, |
120 |
copioso albergue de fruto |
|
de la vid y de la oliva, |
|
tesoro donde se encierra |
|
el grano de las espigas, |
|
que es la abundancia tan grande |
125 |
del trigo que Dios le envía, |
|
que los pósitos de España |
|
son de sus trojes hormigas; |
|
es la segunda un jardín |
|
cuyas flores, repartidas, |
130 |
fragantes estrellas son |
|
de la tierra y del sol hijas, |
|
tan varias y tan lucientes |
|
que parecen, cuando brillan, |
|
que bajó la cuarta esfera |
135 |
sus estrellas a esta quinta; |
|
es un cuarto la tercera |
|
en forma de galería, |
|
que de jaspes de San Pablo |
|
sobre tres arcos estriba; |
140 |
ilústranle unos balcones |
|
de verde y oro, y encima |
|
del tejado de pizarras |
|
globos de esmeraldas finas; |
|
en él vive con su esposa |
145 |
Blanca, la más dulce vida |
|
que vio el amor, compitiendo |
|
sus bienes con sus delicias, |
|
de quien no copio, señor, |
|
la beldad que el sol envidia, |
150 |
porque agora no conviene |
|
a la ocasión ni a mis días; |
|
baste deciros que siendo |
|
sus riquezas infinitas, |
|
con su esposa comparadas, |
155 |
es la menor de sus dichas. |
|
Es un hombre bien dispuesto, |
|
que continuo se ejercita |
|
en la caza, y tan valiente |
|
que vence a un toro en la lidia. |
160 |
Jamás os ha visto el rostro |
|
y huye de vos, porque afirma |
|
que es sol el Rey y no tiene |
|
para tantos rayos vista. |
|
García del Castañar |
165 |
es éste y os certifica |
|
mi fe que, si le lleváis |
|
a la guerra de Algecira, |
|
que llevéis a vuestro lado |
|
una prudencia que os rija, |
170 |
una verdad sin embozo, |
|
una agudeza advertida, |
|
un rico sin ambición, |
|
un parecer sin porfía, |
|
un valiente con discurso |
175 |
y un labrador sin malicia. |
|
|
|
|
CONDE |
Os prometo
|
|
que en él las partes se incluyen, |
|
que a Palacio constituyen |
|
un caballero perfeto. |
180 |
|
|
|
|
REY |
Pues yo, Conde, le he de ver; |
|
dél experiencia he de hacer; |
|
yo y don Mendo solamente |
|
y otros dos hemos de ir; |
185 |
pues es el camino breve, |
|
la cetrería se lleve |
|
porque podamos fingir |
|
que vamos a caza, que hoy |
|
desta suerte le he de hablar, |
190 |
y en llegando el Castañar |
|
ninguno dirá quién soy. |
|
¿Qué os parece? |
|
|
CONDE |
La agudeza
|
|
a la ocasión corresponde. |
|
|
|
REY |
Prevenid caballos, Conde. |
195 |
|
|
|
|
(Vase, y sale la REINA.)
|
|
|
REY |
A buscar
|
|
un tesoro sepultado |
|
que el Conde ha manifestado. |
|
|
|
|
|
|
REY |
Luego que ensaye
|
|
en el crisol su metal. |
|
|
|
REINA |
Es la ausencia grave mal. |
|
|
|
REY |
Antes que los montes raye |
|
el sol, volveré, señora, |
205 |
a vivir la esfera mía. |
|
|
|
|
|
|
|
|
(Vase la REINA.)
|
|
REY |
De vuestra nobleza estoy |
210 |
satisfecho, y pondré hoy |
|
en vuestro pecho esta banda; |
|
que si la doy por honor |
|
a un hombre indigno, don Mendo, |
|
será en su pecho remiendo |
215 |
en tela de otra color, |
|
y al noble seré importuno |
|
si a su desigual permito, |
|
porque, si a todos admito, |
|
no la estimará ninguno. |
220 |
|
|
|
(Vanse, y sale DON GARCÍA, labrador.)
|
DON GARCÍA |
Fábrica hermosa mía, |
|
habitación de un infeliz dichoso, |
|
oculto desde el día |
|
que el castellano pueblo vitorioso, |
|
con lealtad oportuna, |
225 |
al niño Alfonso coronó en la cuna. |
|
En ti vivo contento, |
|
sin desear la Corte o su grandeza, |
|
al ministerio atento |
|
del campo donde encubro mi nobleza, |
230 |
en quien fui peregrino |
|
y estraño huésped, y quedé vecino. |
|
En ti, de bienes rico, |
|
vivo contento con mi amada esposa, |
|
cubriendo su pellico |
235 |
nobleza, aunque ignorada, generosa; |
|
que aunque su ser ignoro, |
|
sé su virtud y su belleza adoro. |
|
En la casa vivía |
|
de un labrador de Orgaz, prudente y cano; |
240 |
vila, y dejóme un día, |
|
como suele quedar en el verano, |
|
del rayo a la violencia, |
|
ceniza el cuerpo, sana la apariencia. |
|
Mi mal consulté al Conde, |
245 |
y asegurando que en mi esposa bella |
|
sangre ilustre se esconde, |
|
caséme amante y me ilustré con ella, |
|
que acudí, como es justo, |
|
primero a la opinión y luego al gusto. |
250 |
Vivo en feliz estado, |
|
aunque no sé quién es y ella lo ignora, |
|
secreto reservado |
|
al Conde, que la estima y que la adora; |
|
ni jamás ha sabido |
255 |
que nació noble el que eligió marido |
|
mi Blanca, esposa amada, |
|
que divertida entre sencilla gente |
|
de su jardín traslada |
|
puros jazmines a su blanca frente. |
260 |
Mas ya todo me avisa |
|
que sale Blanca, pues que brota risa. |
|
|
|
|
(Salen DOÑA BLANCA, labradora, con flores, BRAS, TERESA, y BELARDO, viejo, y MÚSICOS pastores.)
|
MÚSICOS |
Ésta es blanca como el sol, |
|
que la nieve no. |
|
Ésta es hermosa y lozana, |
265 |
como el sol, |
|
que parece a la mañana, |
|
como el sol, |
|
que aquestos campos alegra, |
|
como el sol, |
270 |
con quien es la nieve negra, |
|
y del almendro la flor. |
|
Ésta es blanca como el sol, |
|
que la nieve no. |
|
|
|
DON GARCÍA |
Esposa, Blanca querida, |
275 |
injustos son tus rigores, |
|
si por dar vida a las flores |
|
me quitas a mí la vida. |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
Mal daré vida a las flores |
|
cuando pisarlas suceda, |
280 |
pues mi vida ausente queda |
|
adonde animas amores; |
|
porque así quiero, García, |
|
sabiendo cuánto me quieres, |
|
que si tu vida perdieres, |
285 |
puedas vivir con la mía. |
|
|
|
DON GARCÍA |
No habrá merced que sea mucha, |
|
Blanca, ni grande favor |
|
si le mides con mi amor. |
|
|
|
|
DON GARCÍA |
Escucha:
|
290 |
No quiere el segador al aura fría, |
|
ni por abril el agua mis sembrados, |
|
ni yerba en mi dehesa mis ganados, |
|
ni los pastores la estación umbría, |
|
ni el enfermo la alegre luz del día, |
295 |
la noche los gañanes fatigados, |
|
blandas corrientes de amenos prados, |
|
más que te quiero, dulce esposa mía; |
|
que si hasta hoy su amor desde el primero |
|
hombre juntaran, cuando así te ofreces, |
300 |
en un sujeto a todos les prefiero; |
|
y aunque sé, Blanca, que mi fe agradeces, |
|
y no puedo querer más que te quiero, |
|
aun no te quiero como tú mereces. |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
No quieren más las flores al rocío, |
305 |
que en los fragantes vasos el sol bebe; |
|
las arboledas la deshecha nieve, |
|
que es cima de cristal y después río; |
|
el índice de piedra al norte frío, |
|
el caminante al iris cuando llueve, |
310 |
la obscura noche la traición aleve, |
|
más que te quiero, dulce esposo mío; |
|
porque es mi amor tan grande, que a tu nombre |
|
como a cosa divina construyera |
|
aras donde adorarle, y no te asombre, |
315 |
porque si el ser de Dios no conociera, |
|
dejara de adorarte como hombre, |
|
y por Dios te adorara y te tuviera. |
|
|
|
BRAS |
Pues están Blanca y García |
|
como palomos de bien, |
320 |
resquiebrémonos también, |
|
porque desde ellotri día |
|
tu carilla me engarrucha. |
|
|
|
TERESA |
Y a mí tu talle, mi Bras. |
|
|
|
BRAS |
Mas que te quiero yo más. |
325 |
|
|
|
BRAS |
Teresa, escucha:
|
|
Desde que te vi, Teresa, |
|
en el arroyo a pracer, |
|
ayudándote a torcer |
|
los manteles de la mesa, |
330 |
y torcidos y lavados, |
|
nos dijo cierto estodiante: |
|
«Así a un pobre pleiteante |
|
suelen dejar los letrados»; |
|
eres de mí tan querida |
335 |
como lo es de un logrero |
|
la vida de un caballero |
|
que dio un juro de por vida. |
|
|
|
|
(Sale TELLO.)
|
TELLO |
Envidie, señor García, |
|
vuestra vida el más dichoso. |
340 |
Sólo en vos reina el reposo. |
|
|
|
|
TELLO |
¡Oh, señora mía!
|
|
¡Oh, Blanca hermosa, de donde |
|
proceden cuantos jazmines |
|
dan fragancia a los jardines! |
345 |
Vuestras manos besa el Conde. |
|
|
|
|
TELLO |
Señora,
|
|
a vuestro servicio está. |
|
|
|
DON GARCÍA |
Pues, Tello, ¿qué hay por acá? |
|
|
|
TELLO |
Escuchad aparte agora: |
350 |
Hoy, con toda diligencia, |
|
me mandó que éste os dejase |
|
y respuesta no esperase. |
|
Con esto, dadme licencia. |
|
|
|
|
TELLO |
Por vos
|
355 |
me quedara hasta otro día; |
|
que no han de verme, García, |
|
los que vienen cerca. Adiós… |
|
(Vase.)
|
|
|
DON GARCÍA |
El sobre escrito es a mí. |
|
¿Mas que me riñe, porque |
360 |
corto el donativo fue |
|
que hice al Rey? Mas dice así: |
|
«El Rey, señor don García, |
|
que su ofrecimiento vio, |
|
admirado preguntó |
365 |
quién era vueseñoría; |
|
díjele que un labrador |
|
desengañado y discreto, |
|
y a examinar va en secreto |
|
su prudencia y su valor. |
370 |
No se dé por entendido, |
|
no diga quién es al Rey, |
|
porque aunque estime su ley, |
|
fue de su padre ofendido, |
|
y sabe cuánto le enoja |
375 |
quien su memoria despierta. |
|
Quede adiós, y el Rey, advierta |
|
que es el de la banda roja. |
|
El conde de Orgaz, su amigo». |
|
Rey Alfonso, si supieras |
380 |
quién soy, ¡cómo previnieras |
|
contra mi sangre el castigo |
|
de un difunto padre! |
|
|
DOÑA BLANCA |
Esposo,
|
|
silencio y poco reposo |
|
indicios de triste son. |
385 |
¿Qué tienes? |
|
|
DON GARCÍA |
Mándame, Blanca,
|
|
en éste el Conde, que hospede |
|
a unos señores. |
|
|
DOÑA BLANCA |
Bien puede,
|
|
pues tiene esta casa franca. |
|
|
|
BRAS |
De cuatro rayos con crines, |
390 |
generación española, |
|
de unos cometas con cola, |
|
o aves, y al fin rocines, |
|
que andan bien y vuelan mal, |
|
cuatro bizarros señores |
395 |
que parecen cazadores, |
|
se apean en el portal. |
|
|
|
DON GARCÍA |
No te des por entendida |
|
de que sabemos que vienen. |
|
|
|
TERESA |
¡Qué lindos talles que tienen! |
400 |
|
|
BRAS |
¡Pardiez, que es gente llocida! |
|
|
|
|
(Salen el REY sin banda y DON MENDO con banda, y otros dos cazadores.)
|
REY |
Guárdeos Dios, los labradores. |
|
|
|
DON GARCÍA |
(Ya veo al de la divisa.) |
|
Caballeros de alta guisa, |
|
Dios os dé bienes y honores. |
405 |
¿Qué mandáis? |
|
|
DON MENDO |
¿Quién es aquí
|
|
García del Castañar? |
|
|
|
DON GARCÍA |
Yo soy, a vuestro mandar. |
|
|
|
|
|
BRAS |
Mayoral de sus porqueros |
410 |
só, y porque mucho valgo, |
|
miren si los mando en algo |
|
en mi oficio, caballeros, |
|
que lo haré de mala gana, |
|
como verán por la obra. |
415 |
|
|
|
|
REY |
¡Qué simplicidad tan sana! |
|
Guárdeos Dios. |
|
|
DON GARCÍA |
Vuestra persona,
|
|
aunque vuestro nombre ignoro, |
|
me aficiona. |
|
|
BRAS |
Es como un oro;
|
420 |
a mí también me inficiona. |
|
|
|
DON MENDO |
Llegamos al Castañar |
|
volando un cuervo, supimos |
|
de vuestra casa, y venimos |
|
a verla y a descansar |
425 |
un rato, mientras que pasa |
|
el sol de aqueste horizonte. |
|
|
|
DON GARCÍA |
Para labrador de un monte |
|
grande juzgaréis mi casa, |
|
y aunque un albergue pequeño |
430 |
para tal gente será, |
|
sus defetos suplirá |
|
la voluntad de su dueño. |
|
|
|
|
DON GARCÍA |
No, en verdad,
|
|
que nunca de aquí salimos. |
435 |
|
|
DON MENDO |
En la Cámara servimos |
|
los cuatro a Su Majestad, |
|
para serviros, García. |
|
¿Quién es esta labradora? |
|
|
|
|
DON MENDO |
Gocéis, señora,
|
440 |
tan honrada compañía |
|
mil años, y el cielo os dé |
|
más hijos que vuestras manos |
|
arrojan al campo granos. |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
No serán pocos, a fe. |
445 |
|
|
|
|
DON MENDO |
Con vuestra beldad conviene. |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
No puede serlo quien tiene |
|
la cara a los aires franca. |
|
|
|
REY |
Yo también, Blanca, deseo |
450 |
que veáis siglos prolijos |
|
los dos, y de vuestros hijos |
|
veáis más nietos que veo |
|
árboles en vuestra tierra, |
|
siendo a vuestra sucesión |
455 |
breve para habitación |
|
cuanto descubre esa sierra. |
|
|
|
BRAS |
No digan más desatinos. |
|
¡Qué poco en hablar reparan! |
|
Si todo el campo pobraran, |
460 |
¿dónde han de estar mis cochinos? |
|
|
|
DON GARCÍA |
Rústico entretenimiento |
|
será para vos mi gente; |
|
pues la ocasión lo consiente, |
|
recebid sin cumplimiento |
465 |
algún regalo de mi casa. |
|
Tú disponlo, Blanca mía. |
|
|
|
DON MENDO |
(Llámala fuego, García, |
|
pues el corazón me abrasa.) |
|
|
|
REY |
Tan hidalga voluntad |
470 |
es admitirla nobleza. |
|
|
|
DON GARCÍA |
Con esta misma llaneza |
|
sirviera a Su Majestad, |
|
que aunque no le he visto, intento |
|
servirle con afición. |
475 |
|
|
REY |
¿Para no verle hay razón? |
|
|
|
DON GARCÍA |
¡Oh, señor, ese es gran cuento! |
|
Dejalde para otro día. |
|
Tú, Blanca, Bras y Teresa, |
|
id a prevenir la mesa |
480 |
con alguna niñería. |
|
|
|
|
(Vanse.)
|
REY |
Pues yo sé que el rey Alfonso |
|
tiene noticia de vos. |
|
|
|
|
DON GARCÍA |
¿El Rey de un villano intonso? |
485 |
|
|
REY |
Y tanto el servicio admira |
|
que hicisteis a su Corona, |
|
ofreciendo ir en persona |
|
a la guerra de Algecira, |
|
que si la Corte seguís, |
490 |
os ha de dar a su lado |
|
el lugar más envidiado |
|
de Palacio. |
|
|
DON GARCÍA |
¿Qué decís?
|
|
Más precio entre aquellos cerros |
|
salir a la primer luz, |
495 |
prevenido el arcabuz, |
|
y que levanten mis perros |
|
una banda de perdices, |
|
y codicioso en la empresa, |
|
seguirlas por la dehesa |
500 |
con esperanzas felices |
|
de verlas caer al suelo, |
|
y cuando son a los ojos |
|
pardas nubes con pies rojos, |
|
batir sus alas al vuelo |
505 |
y derribar esparcidas |
|
tres o cuatro, y anhelando |
|
mirar mis perros buscando |
|
las que cayeron heridas, |
|
con mi voz que los provoca, |
510 |
y traerlas, que palpitan |
|
a mis manos, que las quitan |
|
con su gusto de su boca; |
|
levantarlas, ver por dónde |
|
entró entre la pluma el plomo, |
515 |
volverme a mi casa, como |
|
suele de la guerra el Conde |
|
a Toledo, vencedor; |
|
pelarlas dentro en mi casa, |
|
perdigarlas en la brasa |
520 |
y puestas en la asador, |
|
con seis dedos de un pernil, |
|
que a cuatro vueltas o tres, |
|
pastilla de lumbre es, |
|
y canela del Brasil; |
525 |
y entregarlas a Teresa, |
|
que con vinagre y aceite |
|
y pimienta, sin afeite, |
|
las pone en mi limpia mesa, |
|
donde, en servicio de Dios, |
530 |
una yo y otra mi esposa |
|
nos comemos, que no hay cosa |
|
como a dos perdices, dos; |
|
y levantando una presa |
|
dársela a Teresa, más |
535 |
porque tenga envidia Bras |
|
que por dársela a Teresa, |
|
y arrojar a mis sabuesos |
|
el esqueleto roído, |
|
y oír por tono el crujido |
540 |
de los dientes y los huesos, |
|
y en el cristal transparente |
|
brindar, y con mano franca |
|
hacer la razón mi Blanca |
|
con el cristal de una fuente; |
545 |
levantar la mesa, dando |
|
gracias a quien nos envía |
|
el sustento cada día, |
|
varias cosas platicando. |
|
Que aqueso es el Castañar, |
550 |
que en más estimo, señor, |
|
que cuanta hacienda y honor |
|
los reyes me pueden dar. |
|
|
|
REY |
Pues, ¿cómo al Rey ofrecéis |
|
ir en persona a la guerra |
555 |
si amáis tanto vuestra tierra? |
|
|
|
DON GARCÍA |
Perdonad, no lo entendéis. |
|
El Rey es de un hombre honrado, |
|
en necesidad sabida, |
|
de la hacienda y de la vida |
560 |
acreedor privilegiado; |
|
agora, con pecho ardiente, |
|
se parte al Andalucía |
|
para estirpar la herejía, |
|
sin dineros y sin gente; |
565 |
así, le envié a ofrecer |
|
mi vida, sin ambición, |
|
por cumplir mi obligación |
|
y porque me ha menester; |
|
que como hacienda debida |
570 |
al Rey le ofrecí de nuevo |
|
este vida que le debo, |
|
sin esperar que la pida. |
|
|
|
REY |
Pues, concluida la guerra, |
|
¿no os quedaréis en Palacio? |
575 |
|
|
DON GARCÍA |
Vívese aquí más de espacio, |
|
es más segura esta tierra. |
|
|
|
REY |
Posible es que os ofrezca |
|
el Rey lugar soberano. |
|
|
|
DON GARCÍA |
¿Y es bien que le dé a un villano |
580 |
el lugar que otro merezca? |
|
|
|
REY |
Elegir el Rey amigo |
|
es distributiva ley. |
|
Bien puede. |
|
|
DON GARCÍA |
Aunque pueda, el Rey
|
|
no lo acabará conmigo, |
585 |
que es peligrosa amistad |
|
y sé que no me conviene, |
|
que a quien ama es el que tiene |
|
más poca seguridad; |
|
que por acá siempre he oído, |
590 |
que vive más arriesgado |
|
el hombre del Rey amado |
|
que quien es aborrecido, |
|
porque el uno se confía |
|
y el otro se guarda dél. |
595 |
Tuve yo un padre muy fiel, |
|
que muchas veces decía, |
|
dándome buenos consejos, |
|
que tenía certidumbre |
|
que era el Rey como la lumbre: |
600 |
que calentaba de lejos |
|
y desde cerca quemaba. |
|
|
|
REY |
También dicen más de dos |
|
que suele hacer como Dios, |
|
del lodo que se pisaba, |
605 |
un hombre ilustrado, a quien |
|
le venere el más bizarro. |
|
|
|
DON GARCÍA |
Muchos le han hecho de barro |
|
y le han deshecho también. |
|
|
|
REY |
Sería el hombre imperfeto. |
610 |
|
|
DON GARCÍA |
Sea imperfeto o no sea, |
|
el Rey, a quien no desea, |
|
¿qué puede darle en efeto? |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
DON GARCÍA |
Y enemigos.
|
|
Y no os tenéis que cansar, |
|
que yo sé no me conviene |
|
ni daré por cuanto tiene |
620 |
un dedo del Castañar. |
|
Esto sin que un punto ofenda |
|
a sus reales resplandores, |
|
mas lo que importa, señores, |
|
es prevenir la merienda. |
625 |
(Vase.)
|
|
|
REY |
Poco el Conde lo encarece: |
|
más es de lo que pensaba. |
|
|
|
|
REY |
Estremada.
|
|
¿Cuál lo mejor os parece? |
|
|
|
DON MENDO |
Si ha de decir la fe mía |
630 |
la verdad a Vuestra Alteza, |
|
me parece la belleza |
|
de la mujer de García. |
|
|
|
|
DON MENDO |
Es celestial,
|
|
es ángel de nieve pura. |
635 |
|
|
|
DON MENDO |
La hermosura,
|
|
¿a quién le parece mal? |
|
|
|
REY |
Cubríos, Mendo. ¿Qué hacéis? |
|
Que quiero en la soledad |
|
deponer la majestad. |
640 |
|
|
DON MENDO |
Mucho, Alfonso, recogéis |
|
vuestros rayos, satisfecho |
|
que sois por fe venerado, |
|
tanto, que os habéis quitado |
|
la roja banda del pecho |
645 |
para encubriros y dar |
|
aliento nuevo a mis bríos. |
|
|
|
REY |
No nos conozcan; cubríos, |
|
que importa disimular. |
|
|
|
DON MENDO |
Rico hombre soy, y de hoy más. |
650 |
Grande es bien que por vos quede. |
|
|
|
REY |
Pues ya lo dije, no puede |
|
volver mi palabra atrás. |
|
|
|
|
(Sale DOÑA BLANCA.)
|
DOÑA BLANCA |
Entrad, si queréis, señores, |
|
merendar, que ya os espera |
655 |
como una primavera |
|
la mesa llena de flores. |
|
|
|
DON MENDO |
¿Y qué tenéis que nos dar? |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
¿Para qué saberlo quieren? |
|
Comerán lo que les dieren, |
660 |
pues que no lo han de pagar, |
|
o quedaránse en ayunas; |
|
mas nunca faltan, señores, |
|
en casa de labradores |
|
queso, arrope y aceitunas, |
665 |
y blanco pan les prometo, |
|
que amasamos yo y Teresa, |
|
que pan blanco y limpia mesa |
|
abren a un muerto las ganas; |
|
uvas de un majuelo mío, |
670 |
y en blanca miel de rocío, |
|
berenjenas toledanas; |
|
perdices en escabeche, |
|
y de un jabalí, aunque fea, |
|
una cabeza en jalea, |
675 |
porque toda se aproveche; |
|
cocido en vino, un jamón, |
|
y un chorizo que provoque |
|
a que con el vino aloque, |
|
hagan todos la razón; |
680 |
dos ánades y cecinas |
|
cuantas los montes ofrecen, |
|
cuyas hebras me parecen |
|
deshojadas clavellinas, |
|
que cuando vienen a estar |
685 |
cada una de por sí, |
|
como seda carmesí, |
|
se pueden al torno hilar. |
|
|
|
|
DOÑA BLANCA |
Hidalgos, ea,
|
|
merienden y buena pro. |
690 |
|
|
|
(Vanse el REY y los dos cazadores.)
|
DON MENDO |
Labradora, ¿quién te vio |
|
que amante no te desea? |
|
|
|
|
DON MENDO |
Cuanto previenes, trocara |
|
a un plato que sazonara |
695 |
en tu voluntad amor. |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
Pues, decidme, cortesano, |
|
el que trae la banda roja: |
|
¿qué en mi casa se os antoja |
|
para guisarle? |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
Una mano en almodrote |
|
de vaca os sabrá más bien; |
|
guarde Dios mi mano, amén, |
|
no se os antoje en jigote, |
|
que harán, si la tienen gana, |
705 |
si no hay quien los replique, |
|
que se pique y se repique |
|
la mano de una villana |
|
para que un señor la coma. |
|
|
|
DON MENDO |
La voluntad la sazone |
710 |
para mis labios. |
|
|
DOÑA BLANCA |
Perdone;
|
|
bien está San Pedro en Roma. |
|
Y si no lo habéis sabido, |
|
sabed, señor, en mi trato, |
|
que sólo sirve ese plato |
715 |
al gusto de mi marido, |
|
y me lo paga muy bien, |
|
sin lisonjas ni rodeos. |
|
|
|
DON MENDO |
Yo, con mi estado y deseos, |
|
te lo pagaré también. |
720 |
|
|
DOÑA BLANCA |
En mejor mercadería |
|
gastad los intentos vanos, |
|
que no compraran gitanos |
|
a la mujer de García, |
|
que es muy ruda y montaraz. |
725 |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
¿Que de dónde soy, señor? |
|
Para serviros, de Orgaz. |
|
|
|
DON MENDO |
Que eres del cielo sospecho, |
|
y en el rigor, de la sierra. |
730 |
|
|
DOÑA BLANCA |
¿Son bobas las de mi tierra? |
|
Merendad, y buen provecho. |
|
|
|
DON MENDO |
No me entiendes, Blanca mía. |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
Bien entiendo vuestra trova, |
|
que no es del todo boba |
735 |
la de Orgaz, por vida mía. |
|
|
|
DON MENDO |
Pues por tus ojos amados |
|
que has de oírme, la de Orgaz. |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
Tengamos la fiesta en paz; |
|
entrad ya, que están sentados, |
740 |
y tened más cortesía. |
|
|
|
|
DOÑA BLANCA |
Si no queréis, aguardad. |
|
¡Ah, marido! ¡Hola, García! |
|
|
|
|
(Sale DON GARCÍA.)
|
DON GARCÍA |
¿Qué queréis, ojos divinos? |
745 |
|
|
DOÑA BLANCA |
Haced al señor entrar, |
|
que no quiere hasta acabar |
|
un cuento de Calaínos. |
|
|
|
DON GARCÍA |
(Aparte.
|
¡Si el cuento fuera de amor |
|
del Rey, que Blanca me dice, |
750 |
para ser siempre infelice! |
|
Mas si viene a darme honor |
|
Alfonso, no puede ser; |
|
cuando no de mi linaje, |
|
se me ha pegado del traje |
755 |
la malicia y proceder. |
|
Sin duda no quiere entrar |
|
por no estar con sus criados |
|
en una mesa sentados; |
|
quiéroselo suplicar |
760 |
de manera que no entienda |
|
que le conozco). Señor, |
|
entrad y haréisme favor |
|
y alcanzad de la merienda |
|
un bocado, que os le dan |
765 |
con voluntad y sin paga, |
|
y mejor provecho os haga |
|
que no el bocado de Adán. |
|
|
|
|
(Sale BRAS y saca algo de comer y un jarro cubierto.)
|
BRAS |
Un caballero me envía |
|
a decir como os espera. |
770 |
|
|
DON MENDO |
¿Cómo, Blanca, eres tan fiera? |
|
(Vase.)
|
|
|
|
|
DOÑA BLANCA |
Proceder
|
|
en él quiere pertinaz; |
|
mas déjala a la de Orgaz, |
775 |
que ella sabrá responder. |
|
(Vase.)
|
|
|
BRAS |
Todos están en la mesa; |
|
quiero, a solas y sentado, |
|
mamarme lo que he arrugado, |
|
sin que me viese Teresa. |
780 |
¡Qué bien que se satisface |
|
un hombre sin compañía! |
|
Bebed, Bras, por vida mía. |
|
|
|
|
(Dentro.)
|
|
|
|
(Salen todos.)
|
REY |
Caballero, ya declina |
785 |
el sol al mar Oceano. |
|
|
|
DON GARCÍA |
Comed más, que aún es temprano; |
|
ensanchad bien la pretina. |
|
|
|
REY |
Quieren estos caballeros |
|
un ave en la tierra rasa, |
790 |
volarla. |
|
|
DON GARCÍA |
Pues a mi casa
|
|
os volved. |
|
|
REY |
Obedeceros
|
|
no es posible. |
|
|
DON GARCÍA |
Cama blanda
|
|
ofrezco a todos, señores, |
|
y con almohadas de flores, |
795 |
sábanas nuevas de Holanda. |
|
|
|
REY |
Vuestro gusto fuera ley, |
|
García, que no podemos, |
|
que desde mañana hacemos |
|
los cuatro semana al Rey, |
800 |
y es fuerza estar en Palacio. |
|
Blanca, adiós; adiós, García. |
|
|
|
|
REY |
Otro día
|
|
hablaremos más despacio. |
|
(Vase.)
|
|
|
DON MENDO |
Labradora, hermosa mía, |
805 |
ten de mi dolor memoria. |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
Caballero, aquesa historia |
|
se ha de tratar con García. |
|
|
|
|
DON MENDO |
Que dé a los dos
|
|
el Cielo vida y contento. |
810 |
|
|
DOÑA BLANCA |
Adiós, señor, el del cuento. |
|
|
|
|
DON GARCÍA |
Adiós.
|
|
Y tú, bella como el Cielo, |
|
ven al jardín, que convida |
|
con dulce paz a mi vida, |
815 |
sin consumirla el anhelo |
|
del pretendiente que aguarda |
|
el mal seguro favor, |
|
la sequedad del señor, |
|
ni la provisión que tarda, |
820 |
ni la esperanza que yerra, |
|
ni la ambición arrogante |
|
del que, armado de diamante |
|
busca al contrario en la guerra, |
|
ni por los mares el Norte, |
825 |
que envidia pudiera dar |
|
a cuantos del Castañar |
|
van esta tarde a la Corte. |
|
Mas por tus divinos ojos, |
|
adorada Blanca mía, |
830 |
que es hoy el primero día |
|
que he tropezado en enojos. |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
¿De qué son tus descontentos? |
|
|
|
DON GARCÍA |
Del cuento del cortesano. |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
Vamos al jardín, hermano, |
835 |
que esos son cuentos de cuentos. |
|
|
FIN DE LA PRIMERA JORNADA
Jornada II
|
|
Salen la REINA y el CONDE.
|
REINA |
Vuestra estraña relación |
|
me ha enternecido, y prometo |
|
que he de alcanzar, con efeto, |
|
para los dos el perdón; |
|
porque de Blanca y de García |
5 |
me ha encarecido Su Alteza, |
|
en el uno, la belleza, |
|
y en otro, la gallardía. |
|
Y pues que los dos se unieron |
|
con sucesos tan prolijos, |
10 |
como los padres, los hijos |
|
con una estrella nacieron. |
|
|
|
CONDE |
Del Conde nadie concuerda |
|
bien en la conspiración; |
|
salió al fin de la prisión |
15 |
y don Sancho de la Cerda |
|
huyó con Blanca que era |
|
de dos años, a ocasión |
|
que era yo contra Aragón |
|
general de la frontera, |
20 |
donde el Cerda con su hija |
|
se pretendió asegurar, |
|
y en un pequeño lugar, |
|
con la jornada prolija, |
|
adoleció de tal suerte, |
25 |
que aunque le acudí en secreto, |
|
en dos días, en efeto, |
|
cobró el tributo la muerte. |
|
Hícele dar sepultura |
|
con silencio y, apiadado, |
30 |
mandé que a Orgaz un soldado |
|
la inocente criatura |
|
llevase, y un labrador |
|
la crió, hasta que un día |
|
la casaron con García |
35 |
mis consejos y su amor; |
|
que quiso, sin duda alguna, |
|
el Cielo que ambos se viesen |
|
y de los padres tuviesen |
|
junta la sangre y fortuna. |
40 |
|
|
REINA |
Yo os prometo de alcanzar |
|
el perdón. |
|
|
|
(Sale BRAS.)
|
BRAS |
Buscandolé,
|
|
¡pardiobre!, que me colé |
|
como fraile, sin llamar. |
|
Topéle. Su sonsería |
45 |
me dé las manos y pies. |
|
|
|
|
|
|
|
BRAS |
¡Qué brava hermosura!
|
|
Esta sí que el ojo abonda, |
50 |
pero si vos sois la Conda |
|
tendréis muy mala ventura |
|
|
|
CONDE |
¿Y que hay por allá, mancebo? |
|
|
|
BRAS |
Como al Castañar no van |
|
estafetas de Milán, |
55 |
no he sabido qué hay de nuevo. |
|
Y por acá, ¿qué hay de guerra? |
|
|
|
|
BRAS |
De buena gana los doy |
|
por gozar en paz mi tierra; |
60 |
porque el corazón me ensancha, |
|
cuando duermo más seguro |
|
que en Flandes, detrás de un muro |
|
en un carro de la Mancha. |
|
|
|
REINA |
Escribe bien, breve y grave. |
65 |
|
|
|
REINA |
A mi parecer,
|
|
más es que serlo tener |
|
quien en Palacio le alabe. |
|
|
|
|
(Sale DON MENDO.)
|
|
REINA |
Muy bien,
|
|
la banda está en vuestro pecho. |
70 |
(Vase.)
|
|
|
DON MENDO |
Por vos, Su Alteza me ha hecho |
|
aquesta honra. |
|
|
CONDE |
También
|
|
tuve parte en esta acción. |
|
|
|
DON MENDO |
Vos me disteis esta banda, |
|
que mía fue la demanda |
75 |
y vuestra la información. |
|
Ayer con su Alteza fui, |
|
y diome esta insignia, Conde, |
|
yendo al Castañar (donde |
|
(Aparte.)
|
libre fui y otro volví). |
80 |
|
|
|
(Sale TELLO.)
|
|
|
|
CONDE |
Este hombre entretened |
|
mientras vuelvo. |
|
|
BRAS |
Estoy de más;
|
|
desempachadme temprano, |
85 |
que el Palacio y los olores |
|
se hicieron para señores, |
|
no para un tosco villano. |
|
|
|
|
|
(Vase el CONDE y TELLO.)
|
DON MENDO |
(Aparte.)
|
Conocer quiero
|
|
este hombre. |
|
|
BRAS |
¿No hay habrar?
|
90 |
¿Cómo fue en el Castañar |
|
ayer tarde, caballero? |
|
|
|
DON MENDO |
(Aparte.)
|
Daré a tus aras mil veces |
|
holocaustos, dios de amor, |
|
pues en este labrador |
95 |
remedio a mi mal ofreces. |
|
¡Ay, Blanca! ¡Con qué de enojos |
|
me tienes! ¡Con qué pesar! |
|
¡Nunca fuera al Castañar! |
|
¡Nunca te vieran mis ojos! |
100 |
¡Pluguiera a Dios que primero |
|
que fuera Alfonso a tu tierra, |
|
muerte me diera en la guerra |
|
el corvo africano acero! |
|
¡Pluguiera a Dios, labrador, |
105 |
que al áspid fiero y hermoso |
|
que sirves, y cauteloso |
|
fue causa de mi dolor, |
|
sirviera yo, y mis estados |
|
te diera, la renta mía, |
110 |
que por ver a Blanca un día, |
|
fuera a guardar sus ganados! |
|
|
|
BRAS |
¿Qué diabros tiene, señor, |
|
que salta, brinca y recula? |
|
Sin duda la tarantula |
115 |
le ha picado, o tiene amor. |
|
|
|
DON MENDO |
(Aparte.
|
Amor, pues Norte me das, |
|
déste tengo de saber |
|
si a Blanca la podré ver.) |
|
¿Cómo te llamas? |
|
|
|
|
BRAS |
De la villa
|
|
de Ajofrín, si sirvo en algo. |
|
|
|
DON MENDO |
¿Y eres muy gentil hidalgo? |
|
|
|
BRAS |
De los Brases de Castilla. |
|
|
|
|
BRAS |
Decís verdad,
|
125 |
que só antiguo, aunque no rico, |
|
pues vengo de un villancico |
|
del día de Navidad. |
|
|
|
|
BRAS |
Bizarro;
|
|
mire qué pie tan perfeto. |
130 |
¿Monda nísperos el peto? |
|
Y estos ojuelos, ¿son barro? |
|
|
|
DON MENDO |
¿Y eres muy discreto, Bras? |
|
|
|
BRAS |
En eso soy estremado, |
|
porque cualquiera cuitado |
135 |
presumo que sabe más. |
|
|
|
DON MENDO |
¿Quieres servirme en la Corte, |
|
y verás cuánto te precio? |
|
|
|
BRAS |
Caballero, aunque só necio, |
|
razonamientos acorte, |
140 |
y si algo quiere mandarme, |
|
acabe ya de parillo. |
|
|
|
DON MENDO |
Toma, Bras, este bolsillo. |
|
|
|
BRAS |
Mas, ¡par Dios!, ¿quiere burlarme? |
|
A ver, acerque la mano. |
145 |
|
|
|
BRAS |
Yo lo creo;
|
|
mas por no engañarme veo |
|
si está por de dentro vano; |
|
dinero es, y de ello infiero |
|
que algo pretende que haga, |
150 |
porque el hablar bien se paga. |
|
|
|
DON MENDO |
Sólo que me digas quiero |
|
si ver podré a tu señora. |
|
|
|
|
DON MENDO |
Para decirla que peno |
155 |
y que el corazón la adora. |
|
|
|
BRAS |
¡Lástima os tengo así viva |
|
por lo que tengo en el pecho, |
|
y aunque rudo, amor me ha hecho |
|
el mío como una criba! |
160 |
Yo os quiero dar una traza |
|
que de provecho será: |
|
aquestas noches se va |
|
mi amo García a caza |
|
de jabalíes; vestida |
165 |
le aguarda sin prevención, |
|
y si entráis por un balcón, |
|
la hallaréis medio dormida, |
|
porque hasta el alba le espera, |
|
y esto muchas veces pasa |
170 |
a quien deja hermosa en casa |
|
y busca en otra una fiera. |
|
|
|
|
BRAS |
Cosa es tan cierta,
|
|
que de noche, en ocasiones, |
|
suelo entrar por los balcones |
175 |
por no llamar a la puerta |
|
ni que Teresa me abra; |
|
y por la honda que deja |
|
puesta Belardo en la reja, |
|
trepando voy como cabra, |
180 |
y la hallo sin embarazo, |
|
sola, esperando a García, |
|
porque le aguarda hasta el día |
|
recostada sobre el brazo. |
|
|
|
DON MENDO |
En ti el amor me promete |
185 |
remedio. |
|
|
|
DON MENDO |
Yo te ofrezco mayor paga. |
|
|
|
BRAS |
(Aparte.)
|
Esto no es ser alcagüete. |
|
|
|
DON MENDO |
(Aparte.)
|
Blanca, esta noche he de entrar |
|
a verte, a fe de español, |
190 |
que, para llegar al sol, |
|
las nubes se han de escalar. |
|
|
|
|
(Vase, y salen el REY y el CONDE.)
|
REY |
El hombre es tal, que prometo |
|
que con vuestra aprobación |
|
he de llevarle a esta acción |
195 |
y ennoblecerle. |
|
|
CONDE |
Es discreto
|
|
y valiente; en él están, |
|
sin duda, resplandecientes |
|
las virtudes convenientes |
|
para hacerle capitán, |
200 |
que yo sé que suplirá |
|
la falta de la experiencia |
|
su valor y su prudencia. |
|
|
|
REY |
Mi gente lo acetará, |
|
pues vuestro valor le abona, |
205 |
y sabe de vuestra ley |
|
que, sin méritos, al Rey |
|
no le proponéis persona; |
|
traedle mañana, Conde. |
|
(Vase.)
|
|
|
CONDE |
Yo sé que aunque os acuitéis, |
210 |
que en la ocasión publiquéis |
|
la sangre que en vos se esconde. |
|
|
|
BRAS |
Despachadme, pues, que no, |
|
señor, otra cosa espero. |
|
|
|
CONDE |
Que se recibió el dinero |
215 |
que al donativo ofreció |
|
le decid, Bras, a García, |
|
y podeos ir con esto, |
|
que yo le veré muy presto |
|
o responderé otro día. |
220 |
(Vase.)
|
|
|
BRAS |
No llevo cosa que importe; |
|
sobre tardanza prolija, |
|
largo parto y parir hija, |
|
propio despacho de Corte. |
|
|
|
|
(Vase, y sale DON GARCÍA, de cazador, con un puñal y arcabuz.)
|
DON GARCÍA |
Bosques míos, frondosos, |
225 |
de día alegres cuanto tenebrosos, |
|
mientras baña Morfeo |
|
la noche con las aguas de Leteo, |
|
hasta que sale de Faetón la esposa, |
|
coronada de plumas y de rosa; |
230 |
en vosotros dotrina |
|
halla sobre quien Marte predomina, |
|
disponiendo sangriento |
|
a mayores contiendas el aliento, |
|
porque furor influye |
235 |
la caza, que a la guerra sostituye. |
|
Yo soy el uno rayo |
|
feroz de vuestras fieras, que me ensayo |
|
para ser, con la sangre que inspira, |
|
rayo del Castañar en Algecira; |
240 |
criado en vuestras grutas y campañas, |
|
Alcides español de estas montañas |
|
que contra seis tiranos |
|
clava es cualquiera dedo de mis manos, |
|
siendo por mí esta vera |
245 |
pródiga en carnes, abundante en cera; |
|
vengador de sus robos, |
|
Parca común de osos y de lobos, |
|
que por mí el cabritillo y simple oveja |
|
del montañés pirata no se queja, |
250 |
y cuando embiste airado |
|
a devorar el tímido ganado, |
|
si me arrojo al combate, |
|
ocioso el can en la palestra late. |
|
Que durmiendo entre flores, |
255 |
en mi valor fiados los pastores, |
|
cuando abre el sol sus ojos, |
|
desperezados ya los miembros flojos, |
|
cuando al ganado asisto, |
|
cuando al cosario embisto, |
260 |
pisan difunta la voraz caterva |
|
más lobos sus abarcas que no yerba. |
|
¿Qué colmenar copioso |
|
no demuele defensas contra el oso, |
|
fabricando sin muros |
265 |
dulce y blanco licor en nichos puros? |
|
Que por esto han tenido, |
|
gracias al plomo a tiempo compelido, |
|
en sus cotos amenos, |
|
un enemigo las abejas menos. |
270 |
Que cuando el sol acaba, |
|
y en el postrero parasismo estaba, |
|
a dos colmenas que robado había, |
|
las caló dentro de una fuente fría, |
|
ahogando en sus cristales |
275 |
las abejas que obraron sus panales, |
|
para engullir segura |
|
la miel que mixturó en el agua pura, |
|
y dejó, bien que turbia, su corriente, |
|
el agua dulce de esta clara fuente. |
280 |
Y esta noche, bajando |
|
un jabalí a aqueste arroyo blando |
|
y cristalino cebo |
|
con la luz que mendiga Cintia a Febo, |
|
le miré cara a cara, |
285 |
haciéndose lugar entre la jara, |
|
despejando la senda sus cuchillos |
|
de marfil o de acero sus colmillos; |
|
pero a una bala presta |
|
la luz condujo a penetrar la testa, |
290 |
oyendo el valle, a un tiempo repetidos |
|
de la pólvora el eco y los bramidos. |
|
Los dos serán trofeos |
|
pendientes en mis puertas, aunque feos, |
|
después que Blanca, con su breve planta, |
295 |
su cerviz pise y por ventura tanta |
|
dirán: y aun en la muerte |
|
tiene el cadáver de un dichoso suerte, |
|
que en la ocasión más dura |
|
a las fieras no falta la ventura. |
300 |
Mas el rumor me avisa |
|
que un jabalí deciende; con gran prisa |
|
vuelve huyendo; habrá oído |
|
algún rumor distante su sentido, |
|
porque en distancia larga |
305 |
oye calar al arcabuz la carga, |
|
y esparcidas las puntas |
|
que sobre el cerro acomulaba juntas, |
|
si oye la bala o menear la cuerda, |
|
es ala, cuando huye, cada cerda. |
310 |
|
|
|
(Sale DON MENDO y un CRIADO con una escala.)
|
DON MENDO |
¿Para esto, amor tirano, |
|
del cerro toledano |
|
al monte me trujiste, |
|
para perderme en su maleza triste? |
|
Mas, ¿qué esperar podía |
315 |
ciego que a un ciego le eligió por guía? |
|
Una escala previne, con intento, |
|
Blanca, de penetrar tu firmamento |
|
y lo mismo emprendiera |
|
si fueras diosa en la tonante esfera, |
320 |
no montañesa ruda |
|
sin honor, sin esposo que te acuda, |
|
que en este loco abismo |
|
intentara lo mismo |
|
si fueras, Blanca bella, |
325 |
como naciste humana, pura estrella, |
|
bien que a la tierra bien que al Cielo sumo, |
|
bajara en polvo y ascendiera en humo. |
|
|
|
DON GARCÍA |
Llegó primero al animal valiente |
|
que a mi sentido el ruido desta gente. |
330 |
|
|
DON MENDO |
En esta luna de octubre |
|
suelen salir cazadores |
|
a esperar los jabalíes. |
|
Quiero llamar: ¡Ah, del monte! |
|
|
|
|
DON GARCÍA |
¡Pesia sus vidas!
|
335 |
¿Qué buscan? ¿De qué dan voces? |
|
|
|
DON MENDO |
El sitio del Castañar, |
|
¿está lejos? |
|
|
DON GARCÍA |
En dos trotes
|
|
se pueden poner en él. |
|
|
|
DON MENDO |
Pasábamos a los montes |
340 |
y el camino hemos perdido. |
|
|
|
DON GARCÍA |
Aqueste arroyuelo corre |
|
al camino. |
|
|
|
|
|
DON GARCÍA |
¡Del infierno!
|
345 |
Id en buena hora, señores, |
|
no me espantéis más la caza, |
|
que me enojaré. ¡Pardiobre! |
|
|
|
DON MENDO |
La luna, ¿hasta cuándo dura? |
|
|
|
|
DON MENDO |
¡Oye
|
350 |
lo que es villano en el campo! |
|
|
|
DON GARCÍA |
Lo que un señor en la Corte. |
|
|
|
DON MENDO |
Y en efeto, ¿hay dónde errar? |
|
|
|
DON GARCÍA |
Y en efeto, ¿no se acogen? |
|
|
|
|
DON GARCÍA |
Mal sabéis
|
355 |
lo que es estorbar a un hombre |
|
en ocasión semejante. |
|
|
|
DON GARCÍA |
Rayo de estos montes: |
|
García del Castañar, |
|
que nunca niego mi nombre. |
360 |
|
|
DON MENDO |
(Aparte.
|
Amor, pues estás piadoso, |
|
deténle, porque no estorbe |
|
mis deseos y en su casa |
|
mis esperanzas malogre, |
|
y para que a Blanca vea, |
365 |
dame tus alas veloces |
|
para que más presto llegue.) |
|
Quedaos con Dios. |
|
|
|
(Vanse DON MENDO y el CRIADO.)
|
DON GARCÍA |
Buenas noches.
|
|
Bizarra ocasión perdí; |
|
imposible es que la cobre. |
370 |
Quiero volverme a mi casa |
|
por el atajo del monte, |
|
y pues ya me voy, oíd |
|
de grutas partos feroces: |
|
salid y bajad al valle, |
375 |
vivid en paz esta noche, |
|
que vuestro mayor opuesto |
|
a su casa se va, adonde |
|
dormirá, no en duras peñas, |
|
sino en blandos algodones, |
380 |
y depuesta la fiereza, |
|
tan trocadas mis acciones, |
|
en los brazos de mi esposa |
|
verá el Argos de la noche |
|
y el Polifemo del día., |
385 |
si las observan feroces |
|
y tiernas, que en este pecho |
|
se ocultan dos corazones: |
|
el uno de blanda cera, |
|
el otro de duro bronce; |
390 |
el blando para mi casa, |
|
el duro para estos montes. |
|
|
|
|
(Vase, y salen DOÑA BLANCA y TERESA con una bujía, y pónela encima de un bufete que habrá.)
|
DOÑA BLANCA |
Corre veloz, noche fría, |
|
por que venga con la aurora |
|
del campo, donde está agora, |
395 |
a descansar mi García; |
|
su luz anticipe el día, |
|
el Cielo se desabroche, |
|
salga Faetón en su coche, |
|
verá su luz deseada |
400 |
la primer enamorada |
|
que ha aborrecido la noche. |
|
|
|
TERESA |
Mejor, señora, acostada |
|
esperarás a tu ausente, |
|
porque asientan lindamente |
405 |
sobre la holanda delgada |
|
los brazos, que ¡por el Credo!, |
|
que aunque fuera mi marido |
|
Bras, que tampoco ha venido |
|
de la ciudad de Toledo, |
410 |
que le esperara roncando. |
|
|
|
|
TERESA |
Y le echara a mojicones |
|
si no se entrara callando; |
|
mas si has de esperar que venga |
415 |
mi señor, no estés en pie; |
|
yo a Belardo llamaré |
|
que tu desvelo entretenga; |
|
mas él viene. |
|
|
|
(Sale BELARDO.)
|
BELARDO |
Pues al sol
|
|
veo de noche brillar, |
420 |
el sitio del Castañar |
|
es antípoda español. |
|
|
|
|
|
DOÑA BLANCA |
En esta calma,
|
|
dormir un cuerpo sin alma |
425 |
fuera no esperar la aurora. |
|
|
|
|
|
BELARDO |
Por muy necia la condeno, |
|
pues se va al monte al sereno |
|
y os deja hasta que es de día. |
430 |
|
|
|
(Dentro BRAS, cantando.)
|
BRAS |
Sí, vengo de Toledo, Teresa mía, |
|
vengo de Toledo, y no de Francía. |
|
|
|
|
|
TERESA |
Con tu licencia sabré |
435 |
qué me trae por el balcón. |
|
|
|
BRAS |
Que si buena es la albahaca, |
|
mejor es la cruz de Calivaca. |
|
|
|
|
(Ha de haber unas puertas como de balcón, que estén hacia dentro, y abre TERESA.)
|
|
|
TERESA |
¿Qué me traes de la ciudad |
440 |
en muestras de voluntad? |
|
|
|
BRAS |
Yo te lo diré cantando: |
|
Tráigote de Toledo, porque te alegres, |
|
un galán, mi Teresa, como unas nueces. |
|
|
|
TERESA |
¡Llévele el diablo mil veces! |
445 |
¡Ved qué sartal o corpiño! |
|
(Cierra juntando el balcón.)
|
|
|
|
TERESA |
Muy lindo aliño:
|
|
un galán como unas nueces. |
|
|
|
|
BRAS |
¿Qué hay,
|
|
Blanca? Teresa, ¡estoy muerto! |
450 |
¿Qué? ¿No me abrazas? |
|
|
TERESA |
Por cierto
|
|
por las cosas que me tray. |
|
|
|
BRAS |
Dimuños soys las mujeres. |
|
¿A quién quieres más? |
|
|
|
BRAS |
Pues si lo que quieres más |
455 |
te traigo, ¿qué es lo que quieres? |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
Teresa tiene razón. |
|
Mas sentaos todos, y di: |
|
¿qué viste en Toledo? |
|
|
BRAS |
Vi
|
|
de casas un burujón |
460 |
y mucha gente holgazana, |
|
y en las calles buenas y ruines, |
|
la basura a celemines |
|
y el cielo por cerbatana, |
|
y dicen que hay infinitos |
465 |
desdenes en caras buenas, |
|
en verano berenjenas |
|
y en el otoño mosquitos. |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
¿No hay más nuevas en la corte? |
|
|
|
BRAS |
Sátiras pide el deseo |
470 |
malicioso, ya lo veo, |
|
mas mi pluma no es de corte |
|
Con otras cosas, señora, |
|
os divertid hasta el alba, |
|
que al ausente Dios le salva. |
475 |
|
|
DOÑA BLANCA |
Pues el que acertare ahora |
|
esta enigma de los tres, |
|
daré un vestido de paño, |
|
y el de grana que hice hogaño |
|
a Teresa; digo pues: |
480 |
¿Cuál es el ave sin madre |
|
que al padre no puede ver, |
|
ni al hijo, y le vino a hacer |
|
después de muerto su padre? |
|
|
|
BRAS |
¿Polainas y galleruza |
485 |
ha de tener? |
|
|
DOÑA BLANCA |
Claro es.
|
|
Digan en rueda los tres. |
|
|
|
|
|
BELARDO |
No hay ave a quien mejor cuadre |
|
que el Fénix, ni otra ser puede, |
490 |
pues esa misma procede |
|
de las cenizas del padre. |
|
|
|
|
|
BRAS |
Yo perdí, como otras veces. |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
Yo te doy lo que mereces. |
495 |
|
|
BRAS |
Un gorrino le daré |
|
a quien dijere el más caro |
|
vicio que hay en el mundo. |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
En que es el juego me fundo. |
|
|
|
BRAS |
Mentís, Branca, y esto es craro. |
500 |
|
|
|
BRAS |
Mentís.
|
|
Vos, Belardo, ¿qué decís? |
|
|
|
BELARDO |
Que el hombre de caza, amigo, |
|
tiene el de más perdición, |
505 |
más costoso y infelice; |
|
la moralidad lo dice |
|
del suceso de Anteón. |
|
|
|
BRAS |
Mentís también, que a mi juicio, |
|
sin quedar dello dudoso, |
510 |
es el vicio más costoso |
|
el del borracho, que es vicio |
|
con quien ninguno compite, |
|
que si pobre viene a ser |
|
de lo que gastó en beber, |
515 |
no puede tener esquite |
|
|
|
|
(Silba DON GARCÍA.)
|
DOÑA BLANCA |
Oye, Bras, amigos, ea, |
|
abrid, que es el alma mía; |
|
temprano viene García; |
|
quiera Dios que por bien sea. |
520 |
|
|
|
(Vanse.)
|
DON GARCÍA |
(Dentro.)
|
Buenas noches, gente fiel. |
|
|
|
BRAS |
Seáis, señor, bienvenido. |
|
|
|
|
(Sale DON GARCÍA, BRAS, TERESA y BLANCA, y arrima DON GARCÍA el arcabuz al bufete.)
|
DON GARCÍA |
¿Cómo en Toledo te ha ido? |
|
|
|
BRAS |
Al Conde di tu papel, |
|
y dijo, respondería. |
525 |
|
|
DON GARCÍA |
Está bien. Esposa amada, |
|
¿no estáis mejor acostada? |
|
¿Qué esperáis? |
|
|
DOÑA BLANCA |
Que venga el día.
|
|
Esperar como solía |
|
a su cazador la diosa, |
530 |
madre de amor cuidadosa, |
|
cuando dejaba los lazos |
|
y hallaba en sus tiernos brazos |
|
otra cárcel más hermosa, |
|
vínculo de amor estrecho |
535 |
donde yacía su bien, |
|
a quien dio parte también |
|
del alma como del lecho; |
|
mas yo, con mejor derecho, |
|
cazador que al otro excedes, |
540 |
haré de mis brazos redes, |
|
y porque caigas, pondré |
|
de una tórtola la fe, |
|
cuyo llanto escusar puedes. |
|
Llega, que en llanto amoroso, |
545 |
no rebelde jabalí, |
|
te consagro un ave, sí, |
|
que lloraba por su esposo. |
|
Concédete generoso |
|
a vínculos permitidos, |
550 |
y escucharán tus oídos |
|
en la palestra de pluma, |
|
arrullos blandos, en suma, |
|
y no en el monte bramidos. |
|
Que si bien estar pudiera |
555 |
quejosa de que te alejes |
|
de noche, y mis brazos dejes |
|
por esperar una fiera, |
|
adórote de manera, |
|
que aunque propongo a mis ojos |
560 |
quejas y tiernos despojos, |
|
cuando vuelves desta suerte, |
|
por el contento de verte, |
|
te agradezco los enojos. |
|
|
|
DON GARCÍA |
Blanca, hermosa Blanca, rama |
565 |
llena por mayo de flor, |
|
que es con tu bello color |
|
etíope Guadarrama; |
|
Blanca, con quien es la llama |
|
del rojo planeta obscura, |
570 |
y herido de su luz pura |
|
el terso cristal pizarra, |
|
que eres la acción más bizarra |
|
del poder de la hermosura; |
|
cuando alguna convenencia |
575 |
me aparte y quejosa quedes, |
|
no más dolor darme puedes |
|
que el que padezco en tu ausencia; |
|
cuando vuelvo a tu presencia, |
|
de dejarte arrepentido, |
580 |
en vano el pecho ofendido |
|
me recibiera terrible, |
|
que en la gloria no es posible |
|
atormentar al sentido. |
|
Las almas en nuestros brazos |
585 |
vivan heridas y estrechas, |
|
ya con repetidas flechas, |
|
ya con recíprocos lazos, |
|
no se tejan con abrazos |
|
la vid y el olmo frondoso, |
590 |
más estrechos que tu esposo |
|
y tú, Blanca; llega, amor, |
|
que no hay contento mayor |
|
que rogar a un deseoso. |
|
Y aunque no te traigo aquí, |
595 |
del sol a la hurtada luz, |
|
herido con mi arcabuz |
|
el cerdoso jabalí, |
|
ni el oso ladrón, que vi |
|
hurtar del corto vergel |
600 |
dos repúblicas de miel, |
|
y después, a pocos pasos, |
|
en el humor de sus vasos |
|
bañar el hocico y piel, |
|
te traigo para trofeos |
605 |
de jabalíes y osos, |
|
por lo bien trabado hermosos |
|
y distintamente feos, |
|
un alma y muchos deseos |
|
para alfombras de tus pies; |
610 |
y me parece que es, |
|
cuando tus méritos toco, |
|
cuanto os he escuchado es poco, |
|
como es poco cuanto ves. |
|
|
|
BRAS |
¿Teresa allí? ¡Vive Dios! |
615 |
|
|
TERESA |
Pues aquí, ¿quién vive, Bras? |
|
|
|
BRAS |
Aquí vive Barrabás, |
|
hasta que chante a los dos |
|
las bendiciones el cura; |
|
porque un casado, aunque pena, |
620 |
con lo que otro se condena, |
|
su salvación asegura. |
|
|
|
|
BRAS |
Con tener amor
|
|
a su mujer y aumentar. |
|
|
|
TERESA |
Eso, Bras, es trabajar |
625 |
en la viña del Señor. |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
Desnudaos, que en tanto quiero |
|
preveniros, prenda amada, |
|
ropa por mi mano hilada, |
|
que huele más que el romero; |
630 |
y os juro que es más sutil |
|
que ser la de Holanda suele, |
|
porque cuando a limpia huele, |
|
no ha menester al abril. |
|
Venid los dos. |
(Vase.)
|
|
|
BRAS |
Siempre he oído
|
635 |
que suele echarse de ver |
|
el amor de la mujer |
|
en la ropa del marido. |
|
|
|
TERESA |
También en la sierra es fama |
|
que amor ni honra no tiene |
640 |
quien va a la Corte y se viene |
|
sin joyas para su dama. |
|
|
|
|
(Vanse.)
|
DON GARCÍA |
Envídienme en mi estado |
|
las ricas y ambiciosas majestades, |
|
mi bienaventurado |
645 |
albergue, de delicias coronado |
|
y rico de verdades; |
|
envidien las deidades, |
|
profanas y ambiciosas, |
|
mi venturoso empleo, |
650 |
envidien codiciosas, |
|
que cuando a Blanca veo, |
|
su beldad pone límite al deseo. |
|
¡Válgame el cielo! ¿Qué miro? |
|
|
|
|
(Sale DON MENDO abriendo el balcón de golpe y embózase.)
|
DON MENDO |
(Aparte.)
|
¡Vive Dios, que es el que veo |
655 |
García del Castañar! |
|
¡Valor, corazón! Ya es hecho. |
|
Quien de un villano confía |
|
no espere mejor suceso. |
|
|
|
DON GARCÍA |
Hidalgo, si serlo puede |
660 |
quien de acción tan baja es dueño, |
|
si alguna necesidad |
|
a robarme os ha dispuesto, |
|
decidme lo que queréis, |
|
que por quien soy os prometo |
665 |
que de mi casa volváis |
|
por mi mano satisfecho. |
|
|
|
|
DON GARCÍA |
Eso no, porque primero |
|
he de conocer quién sois, |
670 |
y descubríos muy presto, |
|
u de este arcabuz la bala |
|
penetrará vuestro pecho. |
|
|
|
DON MENDO |
Pues advertid no me erréis, |
|
que si con vos igual quedo, |
675 |
lo que en razón me lleváis, |
|
en sangre y valor os llevo. |
|
Yo sé que el Conde de Orgaz |
|
lo ha dicho a alguno en secreto, |
|
informándole de mí. |
680 |
La banda que cruza el pecho, |
|
de quien soy, testigo sea. |
|
|
|
DON GARCÍA |
(Aparte.)
|
El Rey es, ¡válgame el Cielo!, |
|
y que le conozco sabe. |
|
(Cáesele el arcabuz.)
|
Honor y lealtad, ¿qué haremos? |
685 |
¡Qué contradicción implica |
|
la lealtad con el remedio! |
|
|
|
DON MENDO |
(¡Qué propria acción de villanos! |
|
Temor me tiene o respeto, |
|
aunque para un hombre humilde |
690 |
bastaba sólo mi esfuerzo; |
|
el que encareció el de Orgaz |
|
por valiente… ¡Al fin es viejo!) |
|
En vuestra casa me halláis, |
|
ni huir ni negarlo puedo, |
695 |
mas en ella entré esta noche… |
|
|
|
DON GARCÍA |
¡A hurtarme el honor que tengo! |
|
¡Muy bien pagáis, a mi fe, |
|
el hospedaje, por cierto, |
|
que os hicimos Blanca y yo! |
700 |
¡Ved qué contrarios efetos |
|
verá entre los dos el mundo, |
|
pues yo ofendido os venero, |
|
y vos, de mi fe servido, |
|
me dais agravios por premios! |
705 |
|
|
DON MENDO |
(Aparte.)
|
No hay que fiar de un villano |
|
ofendido, pues que puedo, |
|
me defenderé con éste. |
|
|
|
DON GARCÍA |
¿Qué hacéis? Dejad en el suelo |
|
el arcabuz y advertid |
710 |
que os lo estorbo, porque quiero |
|
no atribuyáis a ventaja |
|
el fin de aqueste suceso, |
|
que para mí basta sólo |
|
la banda de vuestro cuello, |
715 |
cinta del sol de Castilla, |
|
a cuya luz estoy ciego. |
|
|
|
DON MENDO |
¿Al fin me habéis conocido? |
|
|
|
|
DON MENDO |
Pues quien nace como yo |
720 |
no satisface, ¿qué haremos? |
|
|
|
DON GARCÍA |
Que os vais, y rogad a Dios |
|
que enfrene vuestros deseos, |
|
y al Castañar no volváis, |
|
que de vuestros desaciertos |
725 |
no puedo tomar venganza, |
|
sino remitirla al Cielo. |
|
|
|
|
DON GARCÍA |
No quiero favores vuestros. |
|
|
|
DON MENDO |
No sepa el Conde de Orgaz |
730 |
esta acción. |
|
|
|
|
DON GARCÍA |
Él os guarde
|
|
y a mí de vuestros intentos, |
|
y a Blanca. |
|
|
|
DON GARCÍA |
No señor, no habléis en eso, |
735 |
que vuestra será la culpa. |
|
Yo sé la mujer que tengo. |
|
|
|
DON MENDO |
(Aparte.)
|
¡Ay, Blanca, sin vida estoy! |
|
¡Qué dos contrarios opuestos! |
|
Éste me estima ofendido; |
740 |
y tú, adorándote, me has muerto. |
|
|
|
|
|
DON GARCÍA |
¡Qué ciego venís, qué ciego! |
|
Por aquí habéis de salir. |
|
|
|
|
DON GARCÍA |
Yo os prometo
|
745 |
que a no conocer quien sois, |
|
que bajárades más presto; |
|
mas tomad este arcabuz |
|
agora, porque os advierto |
|
que hay en el monte ladrones |
750 |
y que podrán ofenderos |
|
si, como yo, no os conocen. |
|
Bajad aprisa; no quiero |
|
que sepa Blanca este caso. |
|
|
|
|
DON GARCÍA |
Aprisa, aprisa, señor; |
|
remitid los cumplimientos, |
|
y mirad que al descender |
|
no caigáis, porque no quiero |
|
que tropecéis en mi casa, |
760 |
porque della os vayáis presto. |
|
|
|
DON MENDO |
(Aparte.)
|
Muerto voy. |
(Vase.)
|
|
|
DON GARCÍA |
Bajad seguro,
|
|
pues que yo la escala os tengo. |
|
¡Cansada estabas, Fortuna, |
|
de estarte fija un momento! |
765 |
¡Qué vuelta diste tan fiera |
|
en aqueste mar! ¡Qué presto |
|
que se han trocado los aires! |
|
¡En qué día tan sereno |
|
contra mi seguridad |
770 |
fulmina rayos el Cielo! |
|
Ciertas mis desdichas son, |
|
pues no dudo lo que veo, |
|
que a Blanca, mi esposa, busca |
|
el rey Alfonso encubierto. |
775 |
¡Qué desdichado que soy, |
|
pues altamente naciendo |
|
en Castilla Conde, fui |
|
de aquestos montes plebeyo |
|
labrador, y desde hoy |
780 |
a estado más vil deciendo! |
|
¡Así paga el rey Alfonso |
|
los servicios que le he hecho! |
|
Mas desdicha será mía, |
|
no culpa suya; callemos |
785 |
y, afligido corazón, |
|
prevengamos el remedio, |
|
que para animosas almas |
|
son las penas y los riesgos. |
|
Mudemos tierra con Blanca, |
790 |
sagrado sea otro reino |
|
de mi inocencia y mi honor… |
|
pero dirán que es de miedo, |
|
pues no he decir la causa, |
|
y que me faltó el esfuerzo |
795 |
para ir contra Algecira. |
|
¡Es verdad! Mejor acuerdo |
|
es decir al Rey quien soy… |
|
mas no, García, no es bueno, |
|
que te quitará la vida, |
800 |
porque no estorbe su intento; |
|
pero si Blanca es la causa |
|
y resistirle no puedo, |
|
que las pasiones de un rey |
|
no se sujetan al freno |
805 |
ni a la razón, ¡muera Blanca! |
|
(Saca el puñal.)
|
Pues es causa de mis riesgos |
|
y deshonor, y elijamos, |
|
corazón, del mal lo menos. |
|
A muerte te ha condenado |
810 |
mi honor, cuando no mis celos, |
|
porque a costa de tu vida, |
|
de una infamia me prevengo. |
|
Perdóname, Blanca mía, |
|
que aunque de culpa te absuelvo, |
815 |
sólo por razón de Estado |
|
a la muerte te condeno. |
|
Mas, ¿es bien que convenencias |
|
de Estado en un caballero, |
|
contra una inocente vida |
820 |
puedan más que no el derecho? |
|
Sí, cuando la Providencia |
|
y cuando el discurso atento |
|
miran el daño futuro |
|
por los presentes sucesos. |
825 |
Mas, ¿yo he de ser, Blanca mía, |
|
tan bárbaro y tan severo |
|
que he de sacar los claveles |
|
con aqueste de tu pecho |
|
de jazmines? No es posible, |
830 |
Blanca hermosa, no lo creo, |
|
ni podrá romper mi mano |
|
de mis ojos el espejo. |
|
Mas, ¿de su beldad, ahora |
|
que me va el honor, me acuerdo? |
835 |
¡Muera Blanca y muera yo! |
|
¡Valor, corazón! Y entremos |
|
en una a quitar dos vidas, |
|
en uno a pasar dos pechos, |
|
en una a sacar dos almas, |
840 |
en uno a cortar dos cuellos, |
|
si no me falta el valor, |
|
si no me desmaya el aliento, |
|
y si no, al alzar los brazos, |
|
entre la voz y el silencio, |
845 |
la sangre falta a las venas |
|
y el corte le falta al hierro. |
|
|
FIN DE LA SEGUNDA JORNADA
Jornada III
|
|
Sale el CONDE de camino.
|
CONDE |
Trae los caballos de la rienda, Tello, |
|
que a pie quiero gozar del día bello, |
|
pues tomó de este monte |
|
el día posesión de este horizonte. |
|
¡Qué campo deleitoso! |
5 |
Tú que le vives, morirás dichoso, |
|
pues en él, don García, |
|
dotrina das a la filosofía, |
|
y la mujer más cuerda, |
|
Blanca en virtud, en apellido Cerda; |
10 |
pero si no me miente |
|
la vista, sale apresuradamente |
|
con señas celestiales |
|
de entre aquellos jarales |
|
una mujer desnuda; |
15 |
bella será, si es infeliz, sin duda. |
|
|
|
|
(Sale DOÑA BLANCA con algo de sus vestidos en los brazos, mal puesto.)
|
DOÑA BLANCA |
¿Dónde voy sin aliento, |
|
cansada, sin amparo, sin intento, |
|
entre aquesta espesura? |
|
Llorad, ojos, llorad mi desventura, |
20 |
y en tanto que me visto, |
|
decid, pues no resisto, |
|
lenguas del corazón sin alegría. |
|
¡Ay, dulces prendas cuando Dios quería! |
|
|
|
CONDE |
Aunque mal determino, |
25 |
parece que se viste, y imagino |
|
que está turbada y sola; |
|
de la sangre española |
|
digna empresa es aquesta. |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
Un hombre para mí la planta apresta. |
30 |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
Quiero esconderme entre la verde rama. |
|
|
|
CONDE |
Mujer, ¡escucha, tente! |
|
¿Sales, como Diana de la fuente |
|
para matar, severa, |
35 |
de amor al cazador como a la fiera? |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
Mas, ¡ay, suerte dichosa!, |
|
este es el Conde. |
|
|
CONDE |
¡Hija, Blanca hermosa!
|
|
¿Dónde vas desta suerte? |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
Huyendo de mi esposo y de mi muerte. |
40 |
Ya las dulces canciones |
|
que en tanto que dormía en mis balcones |
|
alternaban las aves, |
|
no son, ¡oh, Conde!, epitalamios graves. |
|
Serán, ¡oh, dueño mío!, |
45 |
de pájaro funesto agüero impío, |
|
que el día entero y que las noches todas |
|
cante mi muerte por cantar mis bodas. |
|
Trocóse mi ventura; |
|
oye la causa y presto te asegura, |
50 |
y ve a mi casa, adonde |
|
muerto hallarás mi esposo. ¡Muerto, Conde! |
|
Aquesta noche, cuando |
|
le aguardaba mi amor en lecho blando, |
|
último del deseo |
55 |
término santo y templo de Himeneo, |
|
cuando yo le invocaba |
|
y la familia recogida estaba, |
|
entrar le vi severo, |
|
blandiendo contra mí un blanco acero; |
60 |
dejé entonces la cama, |
|
como quien sale de improvisa llama, |
|
y mis vestidos busco, |
|
y al ponerme, me ofusco |
|
esta cota brillante |
65 |
¡Mira qué fuerte peto de diamante! |
|
Vístome el faldellín, y apenas puedo |
|
hallar las cintas ni salir del ruedo. |
|
Pero sin compostura |
|
le aplico a mi cintura, |
70 |
y mientras le acomodo, |
|
lugar me dio la suspensión a todo. |
|
La causa le pregunto, |
|
mas él, casi difunto, |
|
a cuanto vio y a cuanto le decía, |
75 |
con un suspiro ardiente respondía, |
|
lanzando de su pecho y de sus ojos |
|
piedades confundidas con enojos, |
|
tan juntos, que dudaba |
|
si eran iras o amor lo que miraba, |
80 |
pues de mí retirado, |
|
le vi volver más tierno, más airado, |
|
diciéndome entre fiero y entre amante: |
|
«Tú, Blanca, has de morir, y yo al instante.» |
|
Mas el brazo levanta, |
85 |
y abortando su voz en su garganta, |
|
cuando mi fin recelo, |
|
caer le vi en el suelo, |
|
cual suele el risco cano, |
|
del aire impulso decender al llano, |
90 |
y yerto en él, y mudo, |
|
de aquel monte membrudo, |
|
suceder en sus labios y en sus ojos |
|
pálidas flores a claveles rojos. |
|
Y con mi boca y mi turbada mano |
95 |
busco el calor entre su hielo en vano, |
|
y estuve desta suerte |
|
neutral un rato entre la vida y muerte; |
|
hasta que ya latiendo, |
|
oí mi corazón estar diciendo: |
100 |
«Vete, Blanca infelice, |
|
que no son siempre iguales |
|
los bienes y los males, |
|
y no hay acción alguna |
|
más vil que sujetarse a la Fortuna.» |
105 |
Yo le obedezco y dejo |
|
mi aposento y mi esposo, y dél me alejo |
|
y en mis brazos, sin bríos, |
|
mal acomodo los vestidos míos. |
|
Por donde voy no vía, |
110 |
cada paso caía, |
|
y era, Conde, forzoso, |
|
por volver a mirar mi amado esposo. |
|
Las cosas que me dijo |
|
cuando la muerte me intimó y predijo, |
115 |
los llantos, los clamores, |
|
la blandura mezclada con rigores, |
|
los acometimientos, los retiros, |
|
las disputas, las dudas, los suspiros, |
|
el verle amante y fiero, |
120 |
ya derribarse el brazo, ya severo, |
|
levantarle arrogante |
|
como la llama en su postrero instante, |
|
el templar sus enojos |
|
con llanto de mis ojos, |
125 |
el luchar, y no en vano, |
|
con su puñal mi mano, |
|
que con arte consiente |
|
vencerse fácilmente, |
|
como amante que niega |
130 |
lo que desea dar a quien le ruega; |
|
el esperar mi pecho |
|
el crudo golpe, en lágrimas deshecho; |
|
ver aquel mundo breve, |
|
que en fuego comenzó y acabó nieve, |
135 |
y verme a mí asombrada, |
|
sin determinación, sola y turbada, |
|
sin encontrar recurso |
|
en mis pies, en mi mano, en mi discurso; |
|
el dejarle en la tierra, |
140 |
como suele en la sierra |
|
la destroncada encina, |
|
el que oyó de su guarda la bocina, |
|
que deja al enemigo, |
|
desierto el tronco en quien buscaba abrigo; |
145 |
el buscar de mis puertas, |
|
con las plantas inciertas, |
|
las llaves, y sintiendo… |
|
¡Aquí, señor, me ha de faltar el aliento! |
|
El abrirlas a escuras, |
150 |
el no poder hallar las cerraduras, |
|
tan turbada y sin juicio, |
|
que la buscaba de uno en otro quicio, |
|
y las penas que pasa |
|
el corazón, cuando dejé mi casa, |
155 |
por estas espesuras, |
|
en cuyas ramas duras |
|
hallarás mis cabellos, |
|
¡pluguiera a Dios me suspendiera en ellos! |
|
Te contaré otro día. |
160 |
Agora ve, socorre al alma mía, |
|
que queda deste modo; |
|
yo lo perdono todo, |
|
que no es, señor, posible |
|
fuese su brazo contra mí terrible |
165 |
sin algún fundamento; |
|
bástele por castigo el mismo intento |
|
y a mí por pena básteme el cuidado, |
|
pues yace, si no muerto, desmayado. |
|
Acúdele a mi esposo, |
170 |
¡oh, Conde valeroso!, |
|
sucesor y pariente |
|
de tanta, con diadema, honrada frente; |
|
así la blanca plata |
|
que por tu grave pecho se dilata, |
175 |
barra de España las moriscas huellas, |
|
sin dejar en su suelo señal dellas, |
|
que los pasos dirijas |
|
adonde, si está vivo, le corrijas |
|
de fiereza tan dura |
180 |
y seas, porque cobre mi ventura |
|
cuando de mí te informe, |
|
árbitro entre los dos que nos conforme, |
|
pues los hados fatales |
|
me dieron el remedio entre los males, |
185 |
pues mi fortuna quiso |
|
hallase en ti favor, amparo, aviso; |
|
pues que miran mis ojos |
|
no salteadores de quien ser despojos, |
|
pues eres, Conde ilustre, |
190 |
gloria de Illán y de Toledo lustre; |
|
pues que plugo a mi suerte |
|
la vida hallase quien tocó la muerte. |
|
|
|
CONDE |
Digo es el caso de prudencia mucha, |
|
éste es mi parecer. ¡Ah, Tello! Escucha. |
195 |
(Sale TELLO.)
|
Ya sabes, Blanca, como siempre es justo |
|
acudas a mi gusto; |
|
así, sin replicarme, |
|
con Tello al punto, sin escusas darme, |
|
en aquese caballo, que lealmente |
200 |
a mi persona sirve, juntamente |
|
caminad a Toledo; |
|
esto conviene, Blanca, esto hacer puedo. |
|
Y tú, a Palacio llega, |
|
a la Reina la entrega, |
205 |
que yo voy a tu casa, |
|
que por llegar el corazón se abrasa, |
|
y de estar de tu parte |
|
para servirte, Blanca, y ampararte. |
|
|
|
|
DOÑA BLANCA |
Más quisiera, señor, ver a García. |
|
|
|
CONDE |
Que aquesto importa advierte. |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
Principio es de acertar, obedecerte. |
|
|
|
|
(Vanse, y sale DON GARCÍA con el puñal desnudo.)
|
DON GARCÍA |
¿Dónde voy, ciego homicida? |
|
¿Dónde me llevas, honor, |
215 |
sin el alma de mi amor, |
|
sin el cuerpo de mi vida? |
|
¡Adiós, mitad dividida |
|
del alma, sol que eclipsó |
|
una sombra! Pero no, |
220 |
que muerta la esposa mía, |
|
ni tuviera luz el día, |
|
ni tuviera vida yo. |
|
¿Blanca muerta? No lo creo; |
|
el cielo vida la dé, |
225 |
aunque esposo la quité |
|
lo que amante la deseo; |
|
quiero verla, pero veo |
|
sólo el retrete, y abierta |
|
de mi aposento la puerta, |
230 |
limpio en mi mano el puñal, |
|
y en fin, yo vivo, señal |
|
de que mi esposa no es muerta. |
|
¿Blanca con vida, ¡ay de mí!, |
|
cuando yo sin honra estoy? |
235 |
Como ciego amante soy, |
|
esposo cobarde fui. |
|
Al Rey en mi casa vi |
|
buscando mi prenda hermosa, |
|
y aunque noble, fue forzosa |
240 |
obligación de la ley |
|
ser piadoso con el Rey |
|
y tirano con mi esposa. |
|
¡Cuántas veces fié al tirano |
|
acero la ejecución! |
245 |
¡y cuántas el corazón |
|
dispensó el golpe a la mano! |
|
Si es muerta, morir es llano; |
|
si vive, muerto he de ser. |
|
Blanca, Blanca, ¿qué he de hacer? |
250 |
Mas, ¿qué me puedes decir, |
|
pues sólo para morir |
|
me has dejado en qué escoger? |
|
|
|
|
(Sale el CONDE.)
|
CONDE |
Dígame vueseñoría: |
|
¿Contra qué morisco alfanje |
255 |
sacó el puñal esta noche, |
|
que está en su mano cobarde? |
|
¿Contra una flaca mujer, |
|
por presumir, ignorante, |
|
que es villana? Bien se acuerda |
260 |
cuando propuso casarse, |
|
que le dije era su igual, |
|
y mentí, porque un Infante |
|
de los Cerdas fue su abuelo, |
|
si Conde su noble padre. |
265 |
¿Y con una labradora |
|
se afrentara? ¡Cómo sabe |
|
que el Rey ha venido a verle |
|
y por mi voto le hace |
|
Capitán de aquesta guerra, |
270 |
y me envía de su parte |
|
a que le lleve a Toledo!… |
|
¿Es bien que aquesto me pague |
|
con su muerte, siendo Blanca |
|
luz de mis ojos brillante? |
275 |
Pues, ¡vive Dios!, que le había |
|
de costar al loco, al fácil, |
|
cuanta sangre hay en sus venas |
|
una gota de su sangre. |
|
|
|
DON GARCÍA |
Decidme: Blanca, ¿quién es? |
280 |
|
|
CONDE |
Su mujer, y aquesto baste. |
|
|
|
DON GARCÍA |
Reportaos. ¿Quién os ha dicho |
|
que quise matarla? |
|
|
CONDE |
Un ángel
|
|
que hallé desnudo en el monte; |
|
Blanca, que entre sus jarales |
285 |
perlas daba a los arroyos, |
|
tristes suspiros al aire. |
|
|
|
|
CONDE |
A Palacio,
|
|
esfera de su real sangre, |
|
la envié con un criado. |
290 |
|
|
DON GARCÍA |
¡Matadme, señor! ¡Matadme! |
|
¡Blanca en Palacio, y yo vivo! |
|
Agravios, honor, pesares, |
|
¿cómo, si sois tantos juntos, |
|
no me acaban tantos males? |
295 |
¿Mi esposa en Palacio, Conde? |
|
¿Y el Rey, que los Cielos guarden, |
|
me envía contra Algecira |
|
por capitán de sus haces |
|
siendo en su opinión villano? |
300 |
¡Quiera Dios que en otra parte |
|
no desdore con afrentas |
|
estas honras que me hace! |
|
Yo me holgara, ¡a Dios pluguiera!, |
|
que esa mujer que criasteis |
305 |
en Orgaz para mi muerte, |
|
no fuera de estirpes reales, |
|
sino villana y no hermosa, |
|
y a Dios pluguiera que antes |
|
que mi pecho enterneciera, |
310 |
aqueste puñal infame |
|
su corazón, con mi riesgo, |
|
le dividiera en dos partes; |
|
que yo os escusara, Conde, |
|
el vengarla y el matarme, |
315 |
muriéndome yo primero. |
|
¡Qué muerte tan agradable |
|
hubiera sido, y no agora |
|
oír, para atormentarme, |
|
que está sin defensa adonde |
320 |
todo el poder la combate! |
|
Haced cuenta que mi esposa |
|
es una bizarra nave |
|
que por robarla, la busca |
|
el pirata de los mares, |
325 |
y en los enemigos puertos |
|
se entró, cuando vigilante |
|
en los propios la buscaba, |
|
sin pertrechos que la guarden, |
|
sin piloto que la rija |
330 |
y sin timón y sin mástil. |
|
No es mucho que tema, Conde, |
|
que se sujete la nave |
|
por fuerza o por voluntad |
|
al capitán que la bate. |
335 |
No quise, por ser humilde, |
|
darla muerte, ni fue en balde; |
|
creed que, aunque no la digo, |
|
fue causa más importante. |
|
No puedo decir por qué, |
340 |
mas advertid que más sabe, |
|
que el entendido en la ajena, |
|
en su casa el ignorante. |
|
|
|
|
DON GARCÍA |
Sois Toledo,
|
|
y sois Illán por linaje. |
345 |
|
|
|
DON GARCÍA |
Sí,
|
|
que os he tenido por padre. |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
CONDE |
¿Sabe que presido a un reino? |
|
|
|
|
CONDE |
Pues confiese lo que siente, |
|
y puede de mí fiarse |
355 |
el valor de un caballero |
|
tan afligido y tan grave, |
|
dígame vueseñoría, |
|
hijo, amigo, como padre, |
|
como a amigo sus enojos; |
360 |
cuénteme todos sus males, |
|
refiérame sus desdichas. |
|
¿Teme que Blanca le agravie? |
|
Que es, aunque noble, mujer. |
|
|
|
DON GARCÍA |
¡Vive Dios, Conde, que os mate, |
365 |
si pensáis que el sol ni el oro, |
|
en sus últimos quilates, |
|
para exagerar su honor |
|
es comparación bastante! |
|
|
|
CONDE |
Aunque habla como debe, |
370 |
mi duda no satisface |
|
por su dolor regulada. |
|
Solos estamos, acabe; |
|
por la cruz de aquesta espada |
|
de acudille y de amparalle, |
375 |
si fuera Blanca mi hija, |
|
que en materia semejante |
|
por su honra depondré |
|
el amor y las piedades. |
|
Dígame si tiene celos. |
380 |
|
|
|
|
DON GARCÍA |
Tanto mal
|
|
que no podéis remedialle. |
|
|
|
CONDE |
Pues, ¿qué hemos de hacer los dos |
|
en tan apretado lance? |
385 |
|
|
DON GARCÍA |
¿No manda el Rey que a Toledo |
|
me llevéis? Conde, llevadme. |
|
Mas decid: ¿Sabe quién soy |
|
Su Majestad? |
|
|
|
DON GARCÍA |
Pues vamos, Conde, a Toledo. |
390 |
|
|
|
|
CONDE |
(Aparte.)
|
Tu honor y vida amenaza, |
|
Blanca, silencio tan grande, |
|
que es peligroso accidente |
|
mal que a los labios no sale. |
395 |
|
|
DON GARCÍA |
(Aparte.)
|
¿No estás en Palacio, Blanca? |
|
¿No fuiste y me dejaste? |
|
Pues venganza será ahora |
|
la que fue prevención antes. |
|
|
|
|
(Vanse, y salen la REINA y DOÑA BLANCA.)
|
REINA |
De vuestro amparo me obligo, |
400 |
y creedme que me pesa |
|
de vuestros males, Condesa. |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
(Aparte.
|
¿Condesa? No habla conmigo.) |
|
Mire Vuestra Majestad |
|
que de quien soy no se acuerda. |
405 |
|
|
REINA |
Doña Blanca de la Cerda, |
|
prima, mis brazos tomad. |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
Aunque escuchándola estoy |
|
y sé no puede mentir, |
|
vuelvo, señora, a decir, |
410 |
que una labradora soy, |
|
tan humilde, que en la villa |
|
de Orgaz pobre me crié |
|
sin padre. |
|
|
REINA |
Y padre que fue
|
|
propuesto Rey en Castilla. |
415 |
De don Sancho de la Cerda |
|
sois hija; vuestro marido |
|
es, Blanca, tan bien nacido |
|
como vos, y pues sois cuerda, |
|
y en Palacio habéis de estar, |
420 |
en tanto que vuelve el Conde, |
|
no digáis quién sois, y adonde |
|
ha de ser voy a ordenar. |
|
(Vase.)
|
|
|
DOÑA BLANCA |
¿Habrá alguna, Cielo injusto, |
|
a quien dé el hado cruel |
425 |
los males tan de tropel |
|
y los bienes tan sin gusto |
|
como a mí? ¿Ni podrá estar |
|
viva con mal tan esento, |
|
que no da vida un contento |
430 |
y da la muerte un pesar? |
|
¡Ay, esposo, qué de enojos |
|
me debes! Mas pesar tanto, |
|
¿cómo lo dicen sin llanto |
|
el corazón y los ojos? |
435 |
|
|
|
(Pone un lienzo en el rostro y sale DON MENDO.)
|
DON MENDO |
Labradora que al abril |
|
florida en la gala imita, |
|
de los bellos ojos quita |
|
ese nublado sutil, |
|
si no es que, con perlas mil, |
440 |
bordas, llorando, la holanda. |
|
¿Quién eres? La Reina manda |
|
que te guarde, y ya te espero. |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
Vamos, señor caballero, |
|
el que trae la roja banda. |
445 |
|
|
DON MENDO |
Bella labradora mía, |
|
conócesme acaso? |
|
|
DOÑA BLANCA |
Sí;
|
|
pero tal estoy, que a mí |
|
apenas me conocía. |
|
|
|
DON MENDO |
Desde que te vi aquel día |
450 |
cruel para mí, señora, |
|
el corazón que te adora |
|
ponerse a tus pies procura. |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
(Aparte.)
|
¡Sólo aquesta desventura, |
|
Blanca, te faltaba ahora! |
455 |
|
|
DON MENDO |
Anoche en tu casa entré |
|
con alas de amor por verte, |
|
mudaste mi feliz suerte, |
|
mas no se mudó mi fe; |
|
tu esposo en ella encontré, |
460 |
que cortés me resistió. |
|
|
|
|
DON MENDO |
Que no,
|
|
Blanca, la ventura halla |
|
amante que va a buscalla, |
|
sino acaso, como yo. |
465 |
|
|
DOÑA BLANCA |
Ahora sé, caballero, |
|
que vuestros locos antojos |
|
son causa de mis enojos |
|
que sufrir y callar quiero. |
|
|
|
|
(Sale DON GARCÍA.)
|
DON GARCÍA |
(Aparte.)
|
Al conde de Orgaz espero. |
470 |
Mas, ¿qué miro? |
|
|
DON MENDO |
Tu dolor
|
|
satisfaré con amor. |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
Antes quitaréis primero |
|
la autoridad a un lucero, |
|
que no la luz a mi honor. |
475 |
|
|
DON GARCÍA |
(Aparte.)
|
¡Ah, valerosa mujer! |
|
¡Oh, tirana Majestad! |
|
|
|
DON MENDO |
Ten, Blanca, menos crueldad. |
|
|
|
|
DON MENDO |
Y yo poder,
|
|
y mejores han de ser |
480 |
mis brazos que honra te dan |
|
que no sus brazos. |
|
|
DOÑA BLANCA |
Sí, harán,
|
|
porque bien o mal nacido, |
|
el más indigno marido |
|
excede al mejor galán |
485 |
|
|
DON GARCÍA |
(Aparte.)
|
Mas, ¿cómo puede sufrir |
|
un caballero esta ofensa? |
|
Que no le conozco piensa |
|
el Rey; saldréle a impedir. |
|
|
|
DON MENDO |
¿Cómo te has de resistir? |
490 |
|
|
|
|
DOÑA BLANCA |
Quien dio
|
|
fama a Roma en las edades. |
|
|
|
DON MENDO |
¡Oh, qué villanas crueldades! |
|
¿Quién puede impedirme? |
|
|
DON GARCÍA |
Yo,
|
495 |
que esto sólo se permite |
|
a mi estado y desconsuelo, |
|
que contra rayos del cielo |
|
ningún humano compite, |
|
y sé que aunque solicite |
500 |
el remedio que procuro, |
|
ni puedo ni me aseguro |
|
que aquí, contra mi rigor, |
|
ha puesto un muro el amor |
|
y aquí el respeto otro muro. |
505 |
|
|
|
DON MENDO |
(Aparte.)
|
Disimular es cordura. |
|
|
|
DON GARCÍA |
¡Oh malograda hermosura! |
|
¡Oh poderosa porfía! |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
¡Grande fue la dicha mía! |
510 |
|
|
|
DOÑA BLANCA |
Albricias pido a mi amor. |
|
|
|
DON GARCÍA |
Venganza pido a los Cielos, |
|
pues en mis penas y celos |
|
no halla remedio el honor; |
515 |
mas este remedio tiene: |
|
vamos, Blanca, al Castañar. |
|
|
|
DON MENDO |
En mi poder ha de estar |
|
mientras otra cosa ordene, |
|
que me han dicho que conviene |
520 |
a la quietud de los dos |
|
el guardalla. |
|
|
DON GARCÍA |
Guárdeos Dios
|
|
por la merced que la hacéis; |
|
mas no es justo vos guardéis |
|
lo que he de guardar de vos; |
525 |
que no es razón natural, |
|
ni se ha visto ni se ha usado, |
|
que guarde el lobo al ganado |
|
ni guarde el oso al panal. |
|
Antes, señor, por mi mal |
530 |
será, si a Blanca no os quito, |
|
siendo de vuestro apetito, |
|
oso ciego, voraz lobo, |
|
o convidar con el robo |
|
o rogar con el delito. |
535 |
|
|
|
DON MENDO |
Estás, Blanca, por mi cuenta, |
|
y no has de irte. |
|
|
DON GARCÍA |
Esta afrenta
|
|
no os la merece mi amor. |
|
|
|
|
DON GARCÍA |
Es rigor
|
540 |
que de injusticia procede. |
|
|
|
DON MENDO |
(Aparte.
|
Para que en Palacio quede |
|
a la Reina he de acudir.) |
|
De aquí no habéis de salir, |
|
ved que lo manda quien puede. |
545 |
(Vase.)
|
|
|
DON GARCÍA |
Denme los Cielos paciencia, |
|
pues ya me falta el valor, |
|
porque acudiendo a mi honor |
|
me resisto a la obediencia. |
|
¿Quién vio tan dura inclemencia? |
550 |
Volved a ser homicida, |
|
mas del cuerpo dividida |
|
el alma, siempre inmortales |
|
serán mis penas, que hay males |
|
que no acaban con la vida. |
555 |
|
|
DOÑA BLANCA |
García, guárdete el Cielo; |
|
fénix, vive eternamente |
|
y muera yo, que inocente |
|
doy la causa a tu desvelo, |
|
que llevaré por consuelo, |
560 |
pues de tu gusto procede |
|
mi muerte, tú vive y quede |
|
viva en tu pecho al partirme. |
|
|
|
DON GARCÍA |
¿Qué, en efeto, no he de irme? |
|
No, que lo manda quien puede. |
565 |
|
|
DOÑA BLANCA |
Vuelve, si tu enojo es |
|
porque, rompiendo tus lazos, |
|
la vida no di a tus brazos; |
|
ya te la ofrezco a tus pies. |
|
Ya sé quien eres, y pues |
570 |
tu honra está asegurada |
|
con mi muerte, en tu alentada |
|
mano blasone tu acero, |
|
que aseguró a un caballero |
|
y mató a una desdichada; |
575 |
que quiero me des la muerte |
|
como lo ruego a tu mano, |
|
que si te temí tirano, |
|
ya te solicito fuerte; |
|
anoche temí perderte |
580 |
y ahora llego a sentir |
|
tu pena; no has de vivir |
|
sin honor, y pues yo muero |
|
porque vivas, sólo quiero |
|
que me agradezcas morir. |
585 |
|
|
DON GARCÍA |
Bien sé que inocente estás |
|
y en vano a mi honor previenes, |
|
sin la culpa que no tienes, |
|
la disculpa que me das. |
|
Tu muerte sentiré más, |
590 |
yo sin honra y tú sin culpa; |
|
que mueras el amor culpa, |
|
que vivas siente el honor, |
|
y en vano me culpa amor |
|
cuando el honor me disculpa. |
595 |
Aquí admiro la razón, |
|
temo allí la Majestad: |
|
matarte será crueldad, |
|
vengarme será traición, |
|
que tales mis males son |
600 |
y mis desdichas son tales, |
|
que unas a otras iguales |
|
de tal suerte se suceden, |
|
que sólo impedir se […en] |
|
las desdichas con los males. |
605 |
Y sin que me falte alguno, |
|
los hallo por varios modos, |
|
con el sentimiento a todos, |
|
con el remedio a ninguno; |
|
en lance tan importuno |
610 |
consejo te he de pedir, |
|
Blanca, mas si has de morir, |
|
¿qué remedio me has de dar, |
|
si lo que he de remediar |
|
es lo que llego a sentir? |
615 |
|
|
DOÑA BLANCA |
Si he de morir, mi García, |
|
no me trates desa suerte, |
|
que la dilatada muerte |
|
especie es de tiranía. |
|
|
|
DON GARCÍA |
¡Ay, querida esposa mía, |
620 |
qué dos contrarios extremos! |
|
|
|
|
DON GARCÍA |
Esperemos
|
|
a quien nos pudo mandar |
|
no volver al Castañar. |
|
Aparta, y disimulemos. |
625 |
|
|
|
(Salen el REY, y la REINA, el CONDE y DON MENDO, y los que pudieren.)
|
REY |
¿Blanca en Palacio y García? |
|
Tan contento de ello estoy, |
|
que estimaré tengan hoy |
|
de vuestra mano y la mía |
|
lo que merecen. |
|
|
DON MENDO |
No es bueno
|
630 |
quien por respetos, señor, |
|
no satisface su honor |
|
para encargarle el ajeno. |
|
Créame, pues se confía |
|
de mí Vuestra Majestad. |
635 |
|
|
REY |
(Aparte.
|
Ésta es poca voluntad.) |
|
Mas allí Blanca y García |
|
están. Llegad, porque quiero |
|
mi amor conozcáis los dos. |
|
|
|
DON GARCÍA |
Caballero, guárdeos Dios. |
640 |
Dejadnos besar primero |
|
de Su Majestad los pies. |
|
|
|
|
DON GARCÍA |
(Aparte.
|
¡Honra desdichada mía! |
|
¿Qué engaño es éste que ves?) |
645 |
A los dos, Su Majestad… |
|
besar la mano, señor… |
|
pues merece este favor… |
|
que bien podéis… |
|
|
REY |
Apartad,
|
|
quitad la mano, el color |
650 |
habéis del rostro perdido. |
|
|
|
DON GARCÍA |
(Aparte.
|
No le trae el bien nacido |
|
cuando ha perdido el honor.) |
|
Escuchad aquí un secreto: |
|
sois sol, y como me postro |
655 |
a vuestros rayos, mi rostro |
|
descubrió claro el defeto. |
|
|
|
|
DON GARCÍA |
Y ve
|
|
mi ofensor, porque me asombre. |
|
|
|
|
|
|
DON GARCÍA |
Sí haré.
|
|
(A DON MENDO.)
|
Aquí fuera hablaros quiero |
|
para un negocio importante, |
|
que el Rey no ha de estar delante. |
|
|
|
DON MENDO |
(A DON GARCÍA.)
|
En la antecámara espero. |
665 |
(Vase.)
|
|
|
|
|
DON GARCÍA |
A cumplir lo que mandáis, |
|
pues no sois vos mi ofensor. |
|
(Vase.)
|
|
|
REY |
Triste de su agravio estoy; |
670 |
ver a quién señala quiero. |
|
|
|
DON GARCÍA |
(Dentro.)
|
¡Éste es honor, caballero! |
|
|
|
|
|
|
(Sale DON GARCÍA, envainando el puñal ensangrentado.)
|
DON GARCÍA |
No soy quien piensas, Alfonso, |
|
no soy villano, ni injurio |
675 |
sin razón la inmunidad |
|
de tus palacios augustos. |
|
Debajo de aqueste traje |
|
generosa sangre encubro, |
|
que no sé más de los montes |
680 |
que el desengaño y el uso. |
|
Don Fernando el Emplazado |
|
fue tu padre, que difunto |
|
no menos que ardiente joven |
|
asombrado dejó el mundo, |
685 |
y a ti de un año, en sazón |
|
que campaba el moro adusto, |
|
y comenzaba a fundar |
|
en Asia su imperio el turco. |
|
Eran en Castilla entonces |
690 |
poderosos, como muchos, |
|
los Laras, y de los Cerdas |
|
cierto el derecho, entre algunos, |
|
a tu corona, si bien |
|
Rey te juraron los tuyos, |
695 |
lealtad que en los castellanos |
|
solamente caber pudo. |
|
Murmuraban en la Corte |
|
que el conde Garci Bermudo |
|
que de la paz y la guerra |
700 |
era señor absoluto, |
|
por tu poca edad y hacer |
|
reparo a tantos tumultos, |
|
conspiraba a que eligiesen |
|
de tu sangre Rey adulto, |
705 |
y a don Sancho de la Cerda |
|
quieren decir que propuso, |
|
si con mentira o verdad, |
|
ni le defiendo ni arguyo; |
|
mas los del gobierno, antes |
710 |
que fuese en el fin Danubio |
|
el que era apenas arroyo, |
|
o fuese rayo futuro |
|
la que era apenas centella, |
|
la vara, tronco robusto, |
715 |
preso restaron al Conde |
|
en el Alcázar de Burgos. |
|
Don Sancho, con una hija |
|
de dos años huyó oculto, |
|
que no fio su inocencia |
720 |
del juicio de tus tribunos; |
|
con la presteza, quedó |
|
desvanecido el obscuro |
|
nublado que a tu corona |
|
amenazaba confuso. |
725 |
Su esposa, que estaba cerca, |
|
vino a la ciudad, y trujo |
|
consigo un hijo que entraba |
|
en los términos de un lustro; |
|
pidió de noche a los guardas |
730 |
licencia de verle, y pudo |
|
alcanzarla, si no el llanto, |
|
el poder de mil escudos. |
|
«No vengo -le dijo- esposo, |
|
cuando te espera un verdugo, |
735 |
a afligirte, sino a dar |
|
a tus desdichas refugio |
|
y libertad.» Y sacó |
|
unas limas de entre el rubio |
|
cabello con que limar |
740 |
de sus pies los hierros duros; |
|
y ya libre, le entregó |
|
las riquezas que redujo |
|
su poder, y con su manto |
|
de suerte al Conde compuso, |
745 |
que entre las guardas salió |
|
desconocido y seguro |
|
con su hijo; y entre tanto |
|
que fatigaba los brutos |
|
andaluces, en su cama |
750 |
sustituía otro bulto. |
|
Manifestóse el engaño |
|
otro día, y presa estuvo, |
|
hasta que en hombros salió |
|
de la prisión al sepulcro. |
755 |
En los montes de Toledo |
|
para el Conde, entre desnudos |
|
peñascos, y de una cueva |
|
vivía el centro profundo, |
|
hurtado a la diligencia |
760 |
de los que en distintos rumbos |
|
le buscaron; que trocados |
|
en abarcas los coturnos, |
|
la seda en pieles, un día |
|
que se vio en el cristal puro |
765 |
de un arroyo, que de un risco |
|
era precipicio inundo, |
|
hombre mentido con pieles, |
|
la barba y cabello infurto |
|
y pendientes de los hombros, |
770 |
en dos aristas diez juncos; |
|
viendo su retrato en él, |
|
sucedido de hombre en bruto, |
|
se buscaba en el cristal |
|
y no hallaba su trasunto; |
775 |
de cuyas campañas, antes |
|
que a las flores los coluros |
|
del sol en el lienzo vario |
|
diesen el postrer dibujo, |
|
llevaba por alimento |
780 |
fruta tosca en ramo inculto, |
|
agua clara en fresca piel, |
|
dulce leche en vasos rudos, |
|
y a la escasa luz que entraba |
|
por la boca de aquel mustio |
785 |
bostezo que dio la tierra |
|
después del común diluvio, |
|
al hijo las buenas letras |
|
le enseñó, y era sin uso |
|
ojos despiertos sin luz |
790 |
y una fiera con estudio. |
|
Pasó joven de los libros |
|
al valor, y al colmilludo |
|
jabalí opuesto a su cueva, |
|
volvía en su humor purpúreo. |
795 |
Tenía el anciano padre |
|
el rostro lleno de sulcos |
|
cuando le llamó la muerte, |
|
débil, pero no caduco; |
|
y al joven le dijo: «Orgaz |
800 |
yace cerca, importa mucho |
|
vayas y digas al Conde |
|
que a aqueste albergue noturno |
|
con un religioso venga, |
|
que un deudo y amigo suyo |
805 |
le llama para morir.» |
|
Habló al Conde, y él dispuso |
|
su viaje sin pedir |
|
cartas de creencia al nuncio. |
|
Llegan a la cueva, y hallan |
810 |
débiles los flacos pulsos |
|
del Conde, que al huésped dijo, |
|
viendo le observaba mudo: |
|
«Ves aquí, conde de Orgaz, |
|
un rayo disuelto en humo, |
815 |
una estatua vuelta en polvos, |
|
un abatido Nabuco; |
|
éste es mi hijo.» Y entonces |
|
sobre mi cabeza puso |
|
su débil mano. «Yo soy |
820 |
el conde Garci Bermudo; |
|
en ti y estas joyas tenga |
|
contra los hados recurso |
|
este hijo, de quien padre |
|
piadoso te sostituyo». |
825 |
Y en brazos de un religioso, |
|
pálido y los ojos turbios, |
|
del cuerpo y alma la muerte |
|
desató el estrecho nudo. |
|
Llevámosle al Castañar |
830 |
de noche, porque sus lutos |
|
nos prestase, y de los cielos |
|
fuesen hachas los carbunclos, |
|
adonde con mis riquezas |
|
tierras compro y casas fundo; |
835 |
y con Blanca me casé, |
|
como a Amor y al Conde plugo. |
|
Vivía sin envidiar |
|
entre el arado y el yugo, |
|
las Cortes, y de tus iras |
840 |
encubierto me aseguro. |
|
Hasta que anoche en mi casa |
|
vi aqueste huésped perjuro, |
|
que en Blanca, atrevidamente, |
|
los ojos lascivos puso; |
845 |
y pensando que eras tú, |
|
por cierto engaño que dudo, |
|
le respeté, corrigiendo |
|
con la lealtad lo iracundo; |
|
hago alarde de mi sangre, |
850 |
venzo al temor, con quien lucho; |
|
pídeme el honor venganza, |
|
el puñal luciente empuño, |
|
su corazón atravieso; |
|
mírale muerto, que juzgo |
855 |
me tuvieras por infame |
|
si a quien de este agravio acuso |
|
le señalara a tus ojos |
|
menos, señor, que difunto. |
|
Aunque sea hijo del sol, |
860 |
aunque de tus grandes uno, |
|
aunque el primero en tu gracia, |
|
aunque en tu imperio el segundo, |
|
que esto soy, y éste es mi agravio, |
|
éste el ofensor injusto, |
865 |
éste el brazo que le ha muerto, |
|
éste divida un verdugo. |
|
Pero en tanto que mi cuello |
|
esté en mis hombros robusto, |
|
no he de permitir me agravie |
870 |
del Rey abajo, ninguno. |
|
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DOÑA BLANCA |
¿Qué importa la vida pierda? |
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De don Sancho de la Cerda |
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la hija infelice soy; |
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si mi esposo ha de morir, |
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mueran juntas dos mitades. |
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CONDE |
Verdades
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que es forzoso descubrir. |
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REINA |
Obligada a su perdón |
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estoy. |
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REY |
Mis brazos tomad;
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los vuestros, Blanca, me dad; |
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y de vos, Conde, la acción |
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presente he de confiar. |
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DON GARCÍA |
Pues toque el parche sonoro, |
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que rayo soy contra el moro |
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que fulminó el Castañar. |
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Y verán en sus campañas |
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correr mares de carmín, |
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dando con aquesto fin |
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y principio a mis hazañas. |
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FIN DE LA TERCERA JORNADA
FIN DE DEL REY ABAJO, NINGUNO
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