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 Delio a las rejas de Elisa 
Le canta en noche serena 
Sus amores. 
Raya la luna, y la brisa 
Al pasar plácida suena 
Por las flores. 
Y al eco que va formando 
El arroyuelo saltando 
Tan sonoro, 
Le dice Delio a su hermosa 
En cantilena amorosa: 
«Yo te adoro». 
En el regazo adormida 
Del blando sueño, presentes 
Mil delicias, 
En tu ilusión embebida, 
Feliz te finges, y sientes 
Mis caricias. 
Y en la noche silenciosa 
Por la pradera espaciosa 
Blando coro 
Forman, diciendo a mi acento, 
El arroyuelo y el viento: 
«Yo te adoro». 
En derredor de tu frente 
Leve soplo vuela apenas 
Muy callado, 
Y allí esparcido se siente 
Dulce aroma de azucenas 
Regalado, 
Que en fragancia deleitosa 
Vuela también a la diosa 
Que enamoro, 
El eco grato que suena 
Oyendo mi cantilena: 
«Yo te adoro». 
Del fondo del pecho mío 
Vuela a ti suspiro tierno 
con mi acento; 
En él, mi Elisa, te envío 
El fuego de amor eterno, 
Que yo siento. 
Por él, mi adorada hermosa, 
Por esos labios de rosa 
De ti imploro 
Que le escuches con ternura, 
Y le oirás cómo murmura: 
«Yo te adoro». 
Despierta y el lecho deja: 
No prive el sueño tirano 
De tu risa 
A Delio, que está a tu reja, 
Y espera ansioso tu mano, 
Bella Elisa. 
Despierta, que ya pasaron 
Las horas que nos costaron 
Tanto lloro; 
Sal, que gentil enramada 
Dice a tu puerta enlazada: 
«Yo te adoro». 
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