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El abad de San Pantaleón

[Minicuento - Texto completo.]

Anónimo: Occidente

En el convento del santo Pantaleón, en Colonia, un abad le entregaba, en secreto, dinero de la comunidad a un hermano carnal que estaba bastante versado en negocios. Pero se le malograba todo lo que emprendía. El dinero del convento se le convertía en fuego y el suyo en paja. No podía sino sorprenderse del florecimiento de los demás negociantes y de su propio fracaso. Mientras el hermano más dinero la daba, sus pérdidas eran cada vez mayores.

—¿Qué haces, hermano? —le preguntó el abad— ¿Por qué malgastas así tu fortuna en perjuicio tuyo y mío?

—Vivo muy modestamente, comercio con la mayor prudencia. No puedo entender qué sucede conmigo.

Se apresuró, entonces, a ver a un clérigo, a quien le confesó todo.

—Como el dinero que tu hermano te entrega es robado, ha devorado al tuyo —le explicó el clérigo—. No aceptes nada más de él y comercia con lo poco que te queda, y verás que te protege la mano bondadosa de Dios. Y, de todo lo que ganes, devuélvele la mitad a tu hermano y vive del resto, hasta que hayas devuelto todo el dinero que habías recibido del convento.

El hombre siguió el consejo y, al poco tiempo, se enriqueció, habiendo devuelto el dinero del convento.

—¿De dónde te viene ahora la riqueza, hermano? —le preguntó el abad.

—De haber abominado de nuestro latrocinio.

FIN


Recopilado por Caesarius (siglo XIII)


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