El hogar y la lámpara de resplandor pequeño; la frente entre las manos en busca del ensueño; y los ojos perdidos en los ojos amados; la hora del té humeante y los libros cerrados; el dulzor de sentir fenecer la velada, la adorable fatiga y la espera adorada de la sombra nupcial y el ensueño amoroso. ¡Oh! ¡Todo esto, mi ensueño lo ha perseguido ansioso, sin descanso, a través de mil demoras vanas, impaciente de meses, furioso de semanas!