Palpita un mar de acero de olas grises dentro los toscos murallones roídos del puerto viejo. Sopla el viento norte y riza el mar. El triste mar arrulla una ilusión amarga con sus olas grises. El viento norte riza el mar, y el mar azota el murallón del puerto. Cierra la tarde el horizonte anubarrado. Sobre el mar de acero hay un cielo de plomo. El rojo bergantín es un fantasma sangriento, sobre el mar, que el mar sacude… Lúgubre zumba el viento norte y silba triste en la agria lira de las jarcias recias. El rojo bergantín es un fantasma que el viento agita y mece el mar rizado, el tosco mar rizado de olas grises.