El recién nacido
[Minicuento - Texto completo.]
Jacques SternbergDesde que el tren había partido de la estación, la madre de familia no cesaba de mimar a la gran bola de carne pálida que había traído a este mundo.
De pronto, se puso de pie para ir al pasillo del vagón y dejó al recién nacido sobre el asiento, tácitamente, con la mirada, al cuidado de la joven que ocupaba con ella el compartimiento.
Cuando la madre regresó, la joven seguía leyendo, imperturbable, pero el hijo ya no estaba en el asiento. Tampoco en el portaequipajes ni en otro sitio.
Muy inquieta, la madre hipó. Quería hablar, pero ningún sonido salía de su boca.
Entonces la joven la buscó con la mirada, clavó los ojos en ella sin expresar ningún sentimiento y le dijo, con voz neutra:
—Supongo que busca a su hijo. Lloraba, así que lo arrojé por la ventana.
Y, dicho esto, siguió leyendo.
FIN