“¡Mozo, enciende la lámpara!” “¡Aún es de día! ¿Por qué gastar en balde aceite? ¡No cerréis las ventanas! Tras las casas el sol, o tras los montes, pónese aquí. Y aún media hora para la noche falta…” “Cállate y obedece! A mi amada yo espero…” ¡Oh lámpara, emisaria de la noche, consuélame!