Se rasga el cielo que atraviesa
este harapiento aniversario
de dos que al unísono recorrieron tres años
los amargos caminos de sus juramentos.
Ahora su amor miente una pérdida
y el Amor y sus enfermos rugen encadenados;
desde cada nube cierta
o con forma de cráter
la muerte golpea su casa.
Demasiado tarde en la lluvia equivocada
se unen aquellos a quienes separó su amor:
las ventanas diluvian en su corazón
y las puertas arden en su mente.