En la aldea aburrida donde trabaja -empleado en una casa de comercio, jovencísimo- y donde espera que pasen aún dos o tres meses, aún dos o tres meses para que disminuya el quehacer, y así trasladarse a la ciudad y lanzarse al movimiento y las diversiones de inmediato; en la aburrida aldea donde espera – cayó a la cama esta noche preso de pasión amorosa; su juventud toda inflamada por el deseo carnal, en hermosa tensión toda su hermosa juventud. Y en medio de su sueno vino el placer: en medio del sueño ve y posee la figura, el cuerpo que quería…