En la profundidad de las minas siberianas
conservad la altanera paciencia,
vuestro penoso esfuerzo no se perderá
ni la elevada inspiración de los pensamientos.
Fiel hermana en la desventura,
la esperanza despertará
en el sombrío subsuelo el ánimo y la alegría;
la hora anhelada está al llegar.
El amor y la amistad os alcanzarán
a través de los sombríos cerrojos,
como llega mi voz libre
a la madriguera del presidio.
Caerán las pesadas cadenas,
se derrumbarán las prisiones; la libertad
os conducirá alegre a la salida
y los hermanos os restituirán las espadas.