Exilio
[Cuento - Texto completo.]
Carlos María GutiérrezLa única luz en la habitación es el resplandor de la nieve, que entra por la ventana de dobles cristales. Sobre el gran lecho nórdico una mujer y un hombre están encendiéndose en las tareas del amor, unidos por sus bocas y por el centro de sus cuerpos, aferradas las manos en el naufragio que los arrastra al fondo de la dicha.
En el instante único, mientras ella musita las palabras que solo ellos conocen, él se echa de pronto hacia atrás y mira sus ojos cerrados. En el rostro de la mujer, que la nieve empalidece y el amor contagia de agonía, el hombre ve los rostros de todos los que quedaron en el país remoto: la mueca final de los torturados, los párpados enrojecidos de las esposas ya sin esperanzas, el sudor de los que van a desaparecer, el temblor en la garganta de las muchachas que están siendo violadas. La noche que los rodea contiene todos los paisajes y silencios de la memoria intacta, inútil. “Abre los ojos”, ruega el hombre en silencio, “o moriré de este dolor.”
FIN