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Éxit*


María Zamparelli

[Cuento. Texto completo.]

Comprendió que el empeño de moldear
la materia incoherente y vertiginosa de
que se componen los sueños era mucho
más arduo que tejer una cuerda de arena.
“Las ruinas circulares”, Jorge Luis Borges

Duermo…

Sueño…

El sabueso marrón trota en el bosque. Se detiene a olisquear al pie de los árboles. De vez en cuando escarba y revuelve la hojarasca. Rompe los hilos de las telas de araña que se le adhieren al pelamen. Busca con insistencia. Sube por una escarpada loma de piedras resbaladizas, abriéndose un nuevo sendero. A su paso, ahuyenta a las palomas que se posan como hojas secas sobre cualquier rama. Desde lo alto, chilla un merlín; el repiqueteo de un pájaro carpintero. El animal se detiene, levanta el hocico. Sus ojos de sol miran hacia el dosel en dirección al origen del resonante cántico. Un pájaro bobo lo mira desde la altura. El perro ignora la distracción…

Es temprano. La neblina se escurre por los meandros del bosque. Siento los medallones de sol que me caen sobre la espalda, tiñen mi pico de oro, se empozan en las cuencas de los círculos concéntricos que repiten en el eco del agua mi paso. Continúo el camino con parsimonia entre los juncos del pantano; sumerjo cada pata, larga, verde como un cáñamo, en las aguas frescas. Las entierro en el fondo baboso y tierno. Atrapo un pez, una rana. Los engullo con gusto. Resbalan dentro de mí con dulce satisfacción…Me detengo, permanezco inmóvil por largo tiempo (bien pudiera ser una fracción de segundo. El tiempo no me concierne.) Un martinete me observa desde la otra orilla. En la claridad que se abre luego del horizonte del bosque el perro ladra. Un breve temblor recorre mi plumaje y levanto vuelo…

 

Entro por la puerta principal y me poso sobre el mostrador de la cocina. El sargento Torres está en mi habitación con los otros. Afuera, las patrullas impiden el paso a la que, hasta la noche anterior, fue mi casa. El vehículo forense espera como un pelícano para engullir la bolsa negra en la que sacarán mi cuerpo. Camino sobre el mostrador. Resbalo, abro las alas para no caer. Escucho pisadas que se acercan. Es Torres. Mi presencia inaudita lo espanta, da manotazos para ahuyentarme como lo haría con un perro. Chillo, levanto vuelo y escapo. Sobrevuelo la casa, las calles, el barrio. Todo queda abajo, atrás, lejano, como un charco de humo en el bosque. Estoy a salvo. Alcanzo la orilla distante de esta tierra. Me poso con parsimonia sobre las raíces de un mangle zapatero. Sacudo mi plumaje cerúleo hecho de tierra, de bosque, de luz. El espléndido reflejo de mi nuevo ser en el caño me deslumbra. Salí hecho gaceta del ovillo de un sueño. Me reconforta el amplio mar; un cardumen de sol chapaletea sobre el cercano horizonte. Quiero retener el momento, hincarlo en la memoria. Debo recordarlo, para luego, más adelante…después,

La coma, esa puerta giratoria del pensamiento.

Julio Cortázar

*AVISO IMPORTANTE: La palabra éxit no está en el DRAE.

FIN


María Zamparelli es autora de dos novelas históricas: Brevísima y verdadera historia del Almirante y su primer viaje (Premio Nacional de novela 2013 PEN Internacional) y Los infortunios de Fátima Moniz. Autora también de Aviario, libro de cuentos fantásticos. Posee una maestría en Creación literaria. Gestora intelectual, editora y directora creativa de las Crónicas de María: voces para la historia. Colaboradora del Club de Lectores del Post Antillano, entre otras colaboraciones culturales. Moderadora de Taller Novela en Ciudad Seva. Más información: mariazamparelli.com.



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