Hasta en la caverna cielo y suelo
y una a una las viejas voces
de ultratumba
y lentamente la misma luz
que sobre las llanuras de Enna en largas
violaciones
maceraba desde entonces los capilares
y las mismas leyes
desde entonces
y lentamente a lo lejos se extinguen
Proserpina y Atropos
adorable de vacío dudoso
todavía la boca de sombra