He conocido maravillas en ti
maravillas de amor tan descubiertas
que a mí me parecían conchas
donde olfateaba el mar y las desiertas
playas que corren, y allí, adentro del amor,
me perdí como en la tormenta
manteniendo firme siempre a este corazón
que (yo sabía muy bien) amaba a una quimera.