Ahora estás aquí. ¿Pero puedes estar? Tú dices que te llamas… Pero no, no te llamas… Desde que tengas nombre comienzo a no respirarte, a confirmar que no existes, y es probable que desde entonces no te nombre, porque cualquier detalle, una línea, una curva, es material de fuga; porque cada palabra es un poco de forma, un poco de tu muerte. Tu puro ser se muere de presente. Se muere hacia el contorno. Se muere hacia la vida.