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 Igual que un descolorado molde plateado 
un ganso está en un bote 
con sangre cayendo aún de su tibia nariz 
y su cuello meciéndose en el borde de un balde. 
Había dos de ellos volando sobre el río Vilyuy. 
Uno cayó mientras volaba 
y el otro 
a ras del agua, muy bajo, arriesgando su cuello 
cerca del bote, 
se lamentaba después en el bosque: 
“Hermano querido, vinimos a este mundo gritando 
a través de nuestras cáscaras quebradas 
pero cada mañana nuestra Madre y nuestro Padre 
te alimentaban primero a ti 
cuando tenía que ser yo antes que tú. 
Mi querido hermano, 
tú tenías un color azulado 
y desafiabas al cielo con arrogancia. 
Yo en cambio era muy oscuro, 
y las hembras te deseaban más a ti que a mí 
cuando tenía que ser yo el más deseado. 
Querido hermano, sin tener miedo del regreso, 
tú y yo volamos muy lejos sobre los mares 
pero gansos malvados de otras tierras te rodearon 
primero a ti 
cuando tenía que ser yo antes que tú. 
Hermano mío, 
ambos fuimos golpeados y obligados 
a agachar el cuello. 
Juntos fuimos arrasados con violencia por las tormentas de lluvia, 
pero por alguna razón el agua se escurría rápidamente 
de tu espalda de ganso 
cuando eso tenía primero que pasarme a mi. 
Hermano, 
la gente nos comerá de todas maneras a los dos 
al lado del fuego. 
Hermano querido, 
toda nuestra vida fue una lucha por ser el primero 
y no apreciar nuestra hermandad, nuestras alas y nuestras almas. 
¿Era nuestra dependencia algo imposible 
eso de o tú o yo? 
Querido hermano, 
te pido al menos un cartucho de fusil 
para así terminar con mi envidia 
pero al recibir yo mi castigo, la gente te matará primero a ti, 
cuando yo realmente tenía que morir antes que tú.” 
 
1974
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