Los primeros diez años:
Prólogo a la antología Latitud 18.5 de Awilda Cáez
Luis López Nieves
En torno al año 2000 el panorama literario de Puerto Rico era más o menos el siguiente:
Primero: eran escasos los momentos en que los medios de comunicación publicaban noticias sobre los autores de Puerto Rico. El escritor podía tener éxito, ser traducido a varios idiomas, publicar múltiples ediciones de sus libros, dar conferencias en una cantidad significativa de países, etcétera. Pero estos logros no se publicaban, salvo en contadas excepciones. (No me refiero a reseñas, sino a noticias regulares. Desde hace muchos años Carmen Dolores Hernández ha publicado reseñas dominicales en El Nuevo Día, pero en este momento me refiero a la cobertura periodística “normal”.)
Segundo: daba la impresión de que todos los escritores de Puerto Rico eran profesores universitarios de literatura.
Tercero: con poquísimas excepciones, las únicas librerías de Puerto Rico eran las de Río Piedras. En ellas se vendía mayormente los libros que asignaban los profesores de literatura.
En torno al año 2000, sin embargo, ocurrieron varios cambios que transformaron para siempre el mundo literario de Puerto Rico.
Primero: los periodistas Nelson del Castillo (Primera Hora) y Mario Alegre Barrios (El Nuevo Día) empezaron a cubrir las actividades de los escritores puertorriqueños con frecuencia, casi a diario. Divulgaban datos interesantes sobre nuestros autores en las páginas regulares de sus periódicos por medio de noticias, entrevistas y artículos de fondo. No lo hacían como una excepción dominguera, sino como rutina diaria.
Segundo: la cadena Borders abrió librerías en San Juan, Carolina y Mayagüez. Además, empieza a popularizarse la compra de libros por Internet, primero en Amazon y Barnes & Noble, luego en portales literarios de España, México, Argentina y Colombia. Como resultado, los puertorriqueños tienen acceso a miles de títulos que las librerías de Río Piedras, por razones prácticas y de espacio, normalmente no incluían en sus inventarios.
Tercero: en el 2004 se funda el programa de maestría en Creación Literaria de la Universidad del Sagrado Corazón.
Estos tres cambios fundamentales, ocurridos en torno al nuevo milenio, bastaron para provocar una auténtica revolución cultural. Los lectores de nuestro país, por medio de la prensa, de pronto se enteraron de la existencia de muchos autores que desconocían. Los libros de estos escritores estaban disponibles. Y, en la maestría en Creación Literaria, nace una nueva generación de autores que empieza a crear una nueva literatura, tan rica como diferente.
Han bastado diez años para transformar la realidad literaria puertorriqueña. Nuestros estudiantes han publicado (escribo en noviembre de 2014) nada menos que 79 libros de narrativa. Las editoriales de Puerto Rico han publicado la mayoría de estas obras, aunque muchos de nuestros estudiantes también han publicado en países como España, Venezuela, Guatemala, Colombia, Chile y Estados Unidos, entre otros. Además de narrativa, algunos de nuestros estudiantes también han publicado poemarios, ensayos y literatura infantil, que no he incluido entre los 79 libros de narrativa por razones obvias.
Ninguna de estas obras las ha publicado la Universidad del Sagrado Corazón. No tenemos ni deseamos tener una editorial en la que, gracias a padrinos o amigos, nuestros estudiantes puedan publicar sus libros. Creemos que los estudiantes deben salir al mundo real y hacer sus carreras literarias como cualquier otro escritor, sin protecciones especiales. Por eso estas publicaciones son de editoriales normales de nuestro país y del extranjero. Nuestros egresados someten sus libros como cualquier otro escritor y son evaluados con el mismo rigor. El hecho de que tantos hayan publicado evidencia la calidad de los libros escritos por nuestros estudiantes, que en muchos casos son acogidos con entusiasmo por las editoriales. Algunos de nuestros egresados, deseando experimentar con nuevos formatos, han preferido las autopublicaciones en papel o ediciones digitales. En el conteo de los 79 libros solo he incluido las obras publicadas en papel.
En mi página electrónica, CiudadSeva.com, he detallado los logros de nuestros estudiantes durante los últimos diez años. Son tantos los premios literarios, reconocimientos, proyectos extraordinarios, etcétera, que no es posible enumerarlos todos en este prólogo. Me limitaré, por tanto, a comentar solamente los logros de nuestros trece Egresados Distinguidos.
José Borges ganó el Premio Nacional de Novela del Pen Club Internacional. Su novela Esa antigua tristeza también fue escogida por El Nuevo Día, el periódico más leído de Puerto Rico, como uno de los diez mejores libros del año. Borges también ganó el Campeonato Mundial del Cuento Corto Oral. Desde el 2012 es reseñista de El Nuevo Día.
Los libros de Awilda Cáez, Tere Dávila y Beatriz Navia también han sido seleccionados por el mismo periódico como uno de los diez mejores del año. Ivonne Denis, Jaime Marzán Ramos, José Rabelo, María Zamparelli, Beatriz Navia y Maira Landa han ganado importantes premios literarios internacionales. Maira Landa fue quinta finalista del Premio Planeta de España. José Rabelo ganó el Premio Barco de Vapor, el más destacado certamen de literatura infantil de Puerto Rico. Beatriz Navia fue finalista del Premio Las Américas que otorga el Festival de la Palabra. Jaime Marzán Ramos recibió el accésit del Premio Internacional José Ramón Piñeiro León, en España, y en Puerto Rico ganó el Primer Campeonato Mundial del Cuento Corto Oral.
Emilio del Carril fue presidente del PEN Club Internacional en Puerto Rico y actualmente preside la Cofradía de Escritores de Puerto Rico. Ivonne Denis, quien también recibió el Premio Internacional José Ramón Piñeiro León, fue presidenta del PEN Club y recientemente el Senado de Puerto Rico confirmó su designación como miembro de la Junta de Directores del prestigioso Instituto de Literatura Puertorriqueña. Awilda Cáez fue seleccionada por la revista Caras como una de las “siete personas destacadas de las artes” y ganó el Certamen Interuniversitario de la Universidad de Puerto Rico.
Luis Saldaña y Damarys Reyes Vicente han ganado el Certamen de Cuento del periódico El Nuevo Día, el concurso de este tipo más importante del país. Luis Saldaña también ha ganado los premios de cuento Pedro Juan Soto, el del Colegio de Abogados y el Premio Julia de Burgos. María Zamparelli, además de resultar finalista del premio Casco Histórico otorgado en España, ha ganado el Campeonato Mundial del Cuento Corto Oral. También presidió la Cofradía de Escritores de Puerto Rico durante dos años. Tere Dávila ganó el Campeonato Mundial del Cuento Corto Oral, el de Narrativa Corta de la Universidad de Puerto Rico y fue finalista del Concurso Internacional de Cuento del Salón del Libro Hispanoamericano de México.
Mara Daisy Cruz fundó la revista literaria Letras Nuevas. Luego fundó el Instituto de Formación Literaria, el cual de manera filantrópica ofrece talleres literarios gratuitos a sectores marginales de la población puertorriqueña, tales como presidiarios, mujeres maltratadas que viven en refugios, niñas abandonadas por sus padres, etc. Egresados de la maestría imparten estos talleres en toda la isla.
Dicho en puertorriqueño: en muy pocos años nuestra maestría “se ha quedado” con la literatura puertorriqueña. Además de las múltiples obras publicadas, egresados nuestros dirigen talleres de creación literaria en varias universidades; además, han creado talleres de Creación Literaria en múltiples colegios privados. En Caguas y Carolina los gobiernos municipales han patrocinado talleres dados por nuestros egresados. Y un número significativo de directores de escuelas del Departamento de Educación ha acogido con beneplácito la creación de talleres en sus escuelas públicas, dirigidos por estudiantes nuestros.
Los escritores de la maestría en Creación Literaria han transformado para siempre el panorama literario de Puerto Rico, pero este proceso apenas está comenzando. Cada semana me entero de un premio, proyecto o “invento” nuevo de nuestros estudiantes o egresados. La maestría, y he aquí un punto importante para mí, ya marcha sola. Ha creado un organismo, la Cofradía de Escritores de Puerto Rico, para aglutinar sus esfuerzos y trabajar en conjunto cuando es necesario. La escritura es una labor solitaria, eso lo sabemos los que escribimos, pero para todo lo demás es beneficioso trabajar en equipo. Eso es lo que representa la Cofradía para los estudiantes y egresados de Creación Literaria, como bien lo demuestra la publicación de esta antología.
Los felicito y les expreso mi admiración. La Universidad del Sagrado Corazón cumplió con su misión al poner a la disposición de los aspirantes a escritores de Puerto Rico las herramientas necesarias para comenzar sus carreras de manera exitosa. Ellos han sabido utilizarlas de manera sabia para dotar a nuestra querida isla de una literatura de excelencia.
¡Enhorabuena!
FIN