Los tres hijos hábiles
[Cuento - Texto completo.]
Anónimo: OccidenteNo pudiendo alimentarlos, un padre envía a sus tres hijos a ganarse la vida por el ancho mundo. Pasan los años y los hijos regresan. Vuelven los tres el mismo día, valientes y contentos… El padre está lleno de alegría por volver a verlos.
-Para festejar vuestro regreso -les dice- voy a hacer una tortilla.
-Déjalo padre -dijo el mayor-. Yo soy cocinero, yo haré la tortilla. Tú, padre, quédate en la puerta de la casa con un plato grande en la mano.
El joven vierte los huevos en la sartén… En el momento en que la tortilla está a punto, da un golpecito en el mango de su utensilio. La tortilla se echa a volar como una crêpe, pasa por el conducto de la chimenea y cae ante la casa, justamente en el plato del padre. Éste queda maravillado por tanta habilidad. Y he aquí que pasa un caballero por el camino. El hombre pregunta:
-Mi caballo ha perdido su herradura; ¿quién podría ayudarme a ponerle una?
-Yo -contestó el segundo hijo-. Yo soy herrador. Retroceda un poco, por favor, y luego lance su caballo al galope delante de mí.
El caballero, aunque sorprendido, obedeció. Y el segundo hijo, rápido como un relámpago, hierra el caballo al paso, sin que se detenga siquiera. El padre queda maravillado de nuevo. Entonces se desencadena una tormenta. El granizo empieza a caer a espuertas. El más joven de los chicos sonríe:
-Ha llegado el momento de mostrarles lo que yo sé hacer -dijo-. Coge un bastón, se adelanta, golpea los granizos tan rápido y tan fuerte que ninguno de ellos logra llegar a tierra… Y el padre llora de alegría por tener tres hijos que han llegado a ser tan hábiles.
FIN
Anónimo francés
Traducción de Esperanza Cobos Castro