| 
 Lo más hermoso, aquello 
Que no puede comprarse, 
Que vale, frente a un copo de tu espuma, 
Si se sabe mirar, 
Frente a una pluma de tormenta, rota 
Sobre tu orilla, frente 
A tus platas y azules, 
Metales y cristales, 
Si se los sabe oler, gustar, tocar, oír… 
Qué vale nada lo que tú. Rebosa 
La eternidad tu vaso, 
Llueve su vino sobre nuestra carne. 
Una concha roída 
Por los gusanos de tu mar, un poco, 
De cal, y bruma, y nácar, 
Puede hacernos llorar, 
Ensancha las fronteras 
Del alma, desmorona 
Los muros negros de la realidad. 
Qué vale nada, todo, 
Lo que tú, playa mía, 
Lirio de arena, selva 
De círculos de oro, 
Túnica ardiente, pálida campana, 
Palacio sumergido, 
Inolvidable. 
  |