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Manifiesto populista

[Poema - Texto completo.]

Lawrence Ferlinghetti

Poetas, salgan de sus clósets,
Abran sus ventanas, abran sus puertas,
Han estado encerrados mucho tiempo
en sus mundos inaccesibles.
Bajen, bajen
de Russian Hills y Telegraph Hills,
de Beacon Hills y de Chapel Hills,
de Mount Analogue y de Montparnasse,
bajen de sus colinas y montañas,
de sus tipis y sus domos.
Los árboles siguen cayendo
y no iremos más a los bosques.
No hay tiempo para sentarse en ellos
Mientras el hombre queme su propia casa
para asar un cerdo.
No más cantos Hare Krishna
mientras arda Roma.
San Francisco está en llamas,
la Moscú de Mayakovsky está quemando
los combustibles fósiles de la vida.
La Noche y el Caballo se aproximan
comen luz, calor y energía,
y las nubes tienen pantalones.
No hay tiempo para que el artista se esconda
abajo, más allá, detrás de cámaras,
indiferente, cortándose las uñas,
purificándose de la existencia.
No hay tiempo para nuestros jueguitos literarios,
no hay tiempo para nuestras paranoias e hipocondrías,
no hay tiempo para el miedo y el odio
solo hay tiempo para la luz y el amor.
Hemos visto las mejores mentes de nuestra generación
destruidas por el tedio en recitales de poesía.
La poesía no es una sociedad secreta,
Tampoco es un templo.
Las palabras secretas y los cantos ya no sirven.
La hora del omha terminado,
es hora de que venga el fervor
hora del fervor y el gozo
porque se acerca el final
de la civilización industrial
nociva para la tierra y el Hombre.
Es tiempo de mirar hacia afuera
en posición de loto
con los ojos bien abiertos,
Tiempo de abrir la boca
con un nuevo discurso abierto,
tiempo de comunicarse con todos los seres sensibles,
Todos ustedes «Poetas de las Ciudades»
que cuelgan en paredes de museos, como yo,
Todos ustedes poetas de poetas que escriben poesía
acerca de la poesía,
Todos ustedes poetas de talleres de poesía
en el culo de América,
Todos ustedes Ezra Pounds amaestrados,
Todos ustedes poetas excéntricos asustados en pedazos,
Todos ustedes creadores pretensados de poesía Concreta,
Todos ustedes poetas cunnilingües,
Todos ustedes poetas de baño público que alzan la voz con grafitis,
Todos ustedes promiscuos del tren que nunca se mecen en abedules,
Todos ustedes maestros del haikú de aserradero
en las Siberias de América,
Todos ustedes irrealistas sin ojos,
Todos ustedes supersurrealistas ocultos,
Todos ustedes visionarios de recámara
y propagandistas de clóset
Todos ustedes poetas grouchomarxistas
y Camaradas de la clase ociosa
que descansan todo el día
y hablan sobre el proletariado y la clase trabajadora,
Todos ustedes anarquistas Católicos de la poesía,
Todos ustedes poetas de Black Mountain
Todos ustedes Brahmins bucólicos de Boston y Bolinas
Todas ustedes madres guardianas de la poesía,
Todos ustedes hermanos zen de la poesía,
Todos ustedes amantes suicidas de la poesía,
Todos ustedes profesores peludos de la poesie,
Todos ustedes críticos de poesía
que beben la sangre del poeta,
–Todos ustedes Policías de la Poesía–
Dónde están los hijos salvajes de Whitman,
donde las grandes voces hablan en voz alta
con un sentido de dulzura y sublimidad,
donde la nueva gran visión,
la gran cosmovisión,
el gigantesco canto profético
de la Tierra inmensa
y todo lo que en ella canta
–Y nuestra relación con ella–
Poetas, desciendan
a la calle del mundo una vez más
Y abran la mente y los ojos
hacia el viejo deleite visual,
Aclaren gargantas y eleven la voz,
La poesía ha muerto, viva la poesía
de ojos terribles y fuerza de búfalo.
No esperen la Revolución
o sucederá sin ustedes,
Dejen de murmurar y eleven la voz
con una nueva poesía abierta
con una nueva «superficie pública» racional
con otros niveles subjetivos
u otros niveles subversivos,
un diapasón en el oído interno
para golpear bajo la superficie.
Tu dulce y propio Ser aún canta
–pero pronuncia «la palabra como un todo»–
La poesía, transporte común
para el desplazamiento del público
a lugares más altos
a donde otras llantas no llegan.
Aún cae poesía del cielo
a nuestras calles aún abiertas.
Aún no han erigido las barricadas,
las calles, con rostros, siguen vivas,
hombres y mujeres encantadores aún caminan por ahí,
aún hay hermosas criaturas por todos lados,
en los ojos de todos el secreto de todos
sigue enterrado ahí,
Los hijos salvajes de Whitman todavía duermen ahí,
Despierten y caminen en el aire libre.


“Populist Manifesto”


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