Por primera vez, o por última,
Soy libre.
Arbustos con espuelas
De marfil. Rocas oxidadas.
El otoño pliega sus tonos
Frente al crujido de las olas.
Por primera vez, o por última.
Las gaviotas tocan sus oboes
De tormenta. Unos dedos verdes
Hunden la Luna en luz marina,
La tienden al pie del silencio.
Se ha desnudado una mujer
Y muestra sus luces mellizas;
Al huir, dispersa su paso
Luminosa arena de estrellas.
Por primera vez, o por última.
Tijeras de oro en el poniente.
Se enciende un violín ruiseñor
En el esqueleto del mar.
Garras de nubes estrangulan
El azul, y lo hacen gemir.
Ojos fijos en su tesoro,
Presente inmóvil -sin recuerdos,
Sin propósitos-, soy ahora.
Todo está sometido a un orden
Que yo no entiendo. Pero embarco
En la nave, y el marinero
Me dirá su cantar, más tarde,
Desde el éxtasis.
Por primera,
O por única vez, soy libre.
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