El lago se ha extinguido,
oscuros duermen los juncos
susurrando en sueños.
Sobre el campo, extendidas,
interminables montañas amenazan.
No descansan.
Hondamente respiran, se mantienen
unidas unas contra otras.
Hondamente respiran,
colmadas de oscuras fuerzas, irredentas
en su pasión devoradora.