No pensaba en la muerte Ulises
cuando dijo
que su nombre era Nadie.
Ulises,
diestro en ardides y en sabidurías
no pensaba en la muerte,
no quería sentir el desorden del mar
ni el engañoso
ir y venir del viento de las islas.
Ulises dijo Nadie
y conjuró en el nombre
toda desolación y toda guerra
porque alguien lo esperaba
en la región que es uno y es todos los lugares
ayer y todavía.