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No sé, pero supongo que algún día…

[Poema - Texto completo.]

María Elena Walsh

No sé, pero supongo que algún día
hará frío en los libros y tendremos
que consultar las hojas del verano.
Nos habremos cansado de aludir,
no quedará papel ni llanto
para desperdiciar en poesía.

Por ahora vamos a perpetuarnos
en la fugacidad de la cocina,
a padecer el cotidiano
fallecimiento de las cucharitas.
Una diaria estación de cacerolas
nos ensucia pequeñamente el aire.

Dan asco las ideas puras,
vergüenza la botánica, pudor
la desnudez del pensamiento.
Mejor es ser sumisamente
cuerpo afanado, manos eficaces
para abrochar el delantal del mundo.

Un día los periódicos dirán
que el amor se ha caído en la basura,
que los ángeles agonizan,
pero no acudiremos, ocupadas
en asistir obligatoriamente
a una melancolía de botones.

Así, bajo monótonos auspicios
recibimos delirios preparados,
paquetes de quebranto y una
encomienda de risa natural
enviada por la primavera
para resucitar de vez en cuando.

He pensado a menudo en todo esto,
mujermente agobiada de plumeros.
Nos amenazan hortalizas,
nos corren copas, números, pelusa,
nos arrebatan tiempo reservado
para comprar una porción de sueño.

En la suma de los pañales
y el tintineo de los desayunos,
en repetidas dosis de mercado
y en la elaboración del miedo
se nos va, se nos va el latido
que dedicábamos a la locura.

Y los que calzan sombra masculina,
heredado poder, cómodo imperio,
ordenan nuestra humana servidumbre
mientras se ponen seriamente
a fabricar los tajos de la guerra,
el obstinado pan del sufrimiento.



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