Ya huyó el sol por occidente,
Ya va mostrando la luna
Su aureola;
Ya la flor dobla su frente
Por mirar en la laguna
Su corola:
Ya los pájaros murmuran
Dulces trinos de amorosa
Despedida;
Ya las estrellas fulguran
Sobre la natura hermosa
Dormecida:
Ya es todo calma y descanso;
Ni el aura en la selva umbría
Vuela leve…
Hasta el arroyuelo manso
A murmurar cual solía
No se atreve!
Acuda, pues, el que anhela
Consuelo, expansión, reposo
Para el alma,
Que libre al espacio vuela
Cuando todo silencioso
Duerme en calma!
No tema si ríe o llora:
Nadie escucha sus canciones
Ni su duelo…
Implore a Dios, que a tal hora
Seguras las oraciones
Van al cielo!
Ven joven, tú que trocaste
Por mil ensueños de rosa
Mil engaños;
Ven anciano, tú que hallaste
Experiencia dolorosa
Con los años,
Ven niña, si de amor lloras
Dicha pasada o presente
Desventura;
Ven madre, tú que las horas
Cuentas ante una reciente
Sepultura!
Venid cuantos en el alma
Guardáis dichas o tormentos
Recatados;
Ya la noche en santa calma
Os manda dulces momentos
Codiciados.
Ella acoge vuestra queja,
Ella enjuga vuestro lloro
De amargura,
o al menos correr lo deja
Entra su inmenso tesoro
De dulzura.
Feliz quien busca tal hora,
Que impregna los corazones
De consuelo!
Feliz quien entonces ora,
Que entonces las oraciones
Van al cielo!
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