Ocioso canto. Cantar
al día, que tiene nubes
y soles y el ulular
del aire entero. —Hoy subes
a mí, canto, y soy dichoso
porque me alejas de la muerte
íntima. Sí. Silencioso
y puro. Alegre suerte.
El navío brazo busque
un golfo claro. Ofrecido
sueño, siempre. —No lo ofusque
lo ausente, espere herido.
El mar, el soñado mar
entre ondas, fértil. Esperar
¡Espérame golfo frío!…
Sosegada luz. Ocioso
canto. La hoja sobre la hoja
qué feliz, y el victorioso
clavel, tierno. —El día moja
su sombra en el mar. El mar
que entre ondas y peces nace.
Eterno prado. Mirar
una flor, qué hermoso. Trace
mi soledad una bella
sombra. Sola. Transparente.
Qué importa el día. La estrella
ve el mundo, río luciente,
sin apetecerlo. —Al mío
vuelva yo siempre. Navío
entre piedras. Soledad…