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Oh vos que estáis so tierra, oh triste gente…

[Poema - Texto completo.]

Ausiàs March

¡Oh vos que estáis so tierra, oh triste gente
del golpe del amor ensangrentados,
y los que en llama ardéis continuamente
por bien amar!, no estéis de mí olvidados;
llorad mostrando el corazón ardiente,
sacad vuestros cabellos a puñados;
mostrad herido el corazón cuitado
con la saeta de oro, y lastimado.

Con sus flechas nos hiere y ha herido
amor, cada una en diferente grado;
según el golpe, así será sentido,
y así el dolor será también llorado.
De plomo, plata y oro muy subido
son estas flechas de que os he hablado;
cada una de éstas causa su dolencia,
según entre una y otra hay diferencia.

Gastó el amor las flechas que tenía
de oro en los pasados amadores;
una dejó olvidada, y a porfía
con ella me causó cien mil dolores;
si a muchos de este golpe muerto había,
ya no hay golpe mortal en los amores,
pues sólo hace señal con las de plata,
de suerte que a ningún herido mata.

De las de plomo usa y hiere ahora,
mas nunca saca sangre esta herida;
pues viéndose tan flaco aquella hora,
quebró su arco y púsose en huida;
él pide paz, gritando de hora en hora,
cada uno anda seguro y dél se olvida;
de hoy más no cale recelar su guerra,
que ya el poder de amor está so tierra.

Yo sólo quedo muerto y malherido:
su paz fue para mí combate bravo;
si en guerra fuera la que me ha rendido,
yo fuera en paz vencido, y fuera esclavo;
el mundo en paz e yo en guerra metido,
porque a su guerra amor ha dado cabo;
ved qué remedio a esta llaga espero,
pues no se duele aquella por quien muero.



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