| Pasan lentos los díasy muchas veces estuvimos solos.
 Pero luego hay momentos felices
 para dejarse ser en amistad.
 Mirad:somos nosotros.
 Un destino condujo diestramentelas horas, y brotó la compañía.
 Llegaban noches. Al amor de ellas
 nosotros encendíamos palabras,
 las palabras que luego abandonamos
 para subir a más:
 empezamos a ser los compañeros
 que se conocen
 por encima de la voz o de la seña.
 Ahora sí. Pueden alzarse
 las gentiles palabras
 -ésas que ya no dicen cosas-,
 flotar ligeramente sobre el aire;
 porque estamos nosotros enzarzados
 en mundo, sarmentosos
 de historia acumulada,
 y está la compañía que formamos plena,
 frondosa de presencias.
 Detrás de cada uno
 vela su casa, el campo, la distancia.
 Pero callad.Quiero deciros algo.
 Sólo quiero deciros que estamos todos juntos.
 A veces, al hablar, alguno olvida
 su brazo sobre el mío,
 y yo aunque esté callado doy las gracias,
 porque hay paz en los cuerpos y en nosotros.
 Quiero deciros cómo trajimos
 nuestras vidas aquí, para contarlas.
 Largamente, los unos con los otros
 en el rincón hablamos, tantos meses!
 que nos sabemos bien, y en el recuerdo
 el júbilo es igual a la tristeza.
 Para nosotros el dolor es tierno.
 Ay el tiempo! Ya todo se comprende. |