TÚ
para quien mis brazos
se abrieron en cruz
y las arañas del sueño tejieron
la seda infinita de la amnesia
TÚ
conquistador ilusionado
de mis tribus salvajes de tristeza
donde llevaste la religión de una
alegría nueva como los aeroplanos
sobre las selvas vírgenes
Hoy el traje de nuestras almas
es el arcoíris de la sonrisa