Pleito costoso
[Minicuento - Texto completo.]
François RabelaisLas señoritas de esta ciudad habían adoptado, por instigación de todos los diablos del infierno, una especie de pañoletas o escondecuellos que les tapaban tan bien los senos, que no se podía meter la mano en ellos, pues tenían la abertura por detrás y estaban cerrados por delante, con lo cual los pobres amantes, dolientes, contemplativos, estaban muy descontentos. Un hermoso día de marzo, presenté una demanda al Tribunal, constituyéndome parte contra dichas doncellas, señalando los grandes intereses que defendía, y alegando que por la misma razón, si el Tribunal no me atendía, me haría coser la bragueta en la parte posterior de mis calzas. Finalmente, las señoritas formaron un sindicato, mostraron sus fundamentos y confirieron poderes para que fuera defendida su causa; pero yo las perseguí con tanto brío que, por sentencia el Tribunal, se decretó que se desterraran esas pañoletas, a menos que estuvieran un poco abiertas por delante. Pero esto me costó muy caro.
FIN