Traducción libre de Víctor Hugo
Sola al pie de la torre, donde la voz tonante
Resuena pavorosa de tu señor fatal,
Cuya siniestra sombra parece por instante
Designarse en la piedra del silencioso umbral;
Pronta a ver al esposo trocarse en asesino,
Pálida, y hasta el suelo doblada la cerviz
Vencida, encadenada, te ofreces al destino,
Bella y triste Polonia, por víctima infeliz.
A falta de tus hijos, miro tus manos puras
El crucifijo santo con fervor estrechar…
¡Mancharon los Basquiros tus regias vestiduras,
Y en ellas sus sandalias grabaron al pasar!
A intervalos te llegan palabras de amenaza,
Y de pisadas duras escuchase rumor,
Y un sable allá reluce, y un hierro que te enlaza
Al muro, por do corre tu llanto de dolor.
¡Polonia sin ventura! los brazos descarnados
Y la abatida frente te miro levantar,
Y los llorosos ojos, hundidos y empañados,
Hacia la Francia vuelves con tímido mirar.
Un grito de tu pecho tristísimo desprendes:
-¡Oh Francia, hermana mía! -te escucho repetir:
Ansiosa tus miradas por el camino tiendes,
Y esperas ¡ ay! y esperas… ¡y a nadie ves venir!
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