¡Púdrale Dios la lengua al que la mueva
contra ti; clave tieso a una pared
el brazo que se atreva
a señalarte; la mano obscura de cueva
que eche una gota más de vinagre en tu sed!…
Los que quieren que sirvas para lo
que sirven las demás mujeres,
no saben que tú eres
Eva…
¡Eva sin maldición,
Eva blanca y dormida
en un jardín de flores, en un bosque de olor!
¡No saben que tú guardas la llave de una vida!…
¡No saben que tú eres la madre estremecida
de un hijo que te llama desde el Sol!…